De acuerdo con la revista Science, el vehículo robótico Curiosity que se encuentra haciendo exploración en el planeta Marte desde 2012 ha detectado la presencia de fluctuaciones de gas metano en la atmósfera marciana, posiblemente producida por algún agente biológico.

Conforme a una nota publicada recientemente por la agencia EFE, se ha dado a conocer que estas investigaciones se suman a los avances en la exploración del planeta rojo. En estas búsquedas los científicos han confirmado la existencia de fluctuaciones de este gas, lo cual da pie a que se abran nuevas líneas de investigación para descubrir cuál es la fuente de esas emanaciones, y que posiblemente tengan carácter biológico, aunque todavía no se sabe la razón por la que este tipo de gas se elimina rápidamente.

Según los autores del estudio (dentro de los cuales se encuentran un par de investigadores españoles del Grupo de Ciencias Planetarias y Habitabilidad del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra), las primeras detecciones de este gas se llevaron a cabo hace más de una década gracias a los potentes telescopios terrestres (por ejemplo el del Observatorio Canadá-Francia-Hawai en Mauna Kea) y en algunos casos con medidas obtenidas desde orbitadores de sondeo remoto (Mars Express y Mars Global Surveyor), y ahora se han constatado con un instrumento más preciso (llamado SAM) mediante un espectrómetro láser sintonizable que porta el Curiosity.

Si bien estos resultados arrojan que las emanaciones de gas provienen de cráter Gale, aún son desconocidas las fuentes esporádicas que las producen.

Las muestras fueron analizadas en un periodo de 605 días marcianos (un día marciano dura 3% más que uno terrestre).

Esta noticia, que al parecer pudiera sugerir que puede haber actividad biológica en el planeta rojo, resulta un avance en las investigaciones que durante años se habían tomado como hipótesis no comprobadas. Por lo cual, aún tienen que comprobarse tanto la persistencia de ese gas como la fuente que esporádicamente lo produce.