Un reciente estudio realizado por un equipo de investigadores en la Facultad de Medicina de la Universidad de Pensilvania en los Estados Unidos, descubrieron lo que podría ser la razón de que para unas personas les es más fácil dejar de fumar que para otras.

En el estudio analizaron la actividad cerebral de grupo de personas que estaban intentando dejar de fumar.En las imágenes obtenidas mediante resonancia magnética funcional, observaron que las personas que recaían en el hábito presentaban anomalías en las áreas del cerebro que se relacionan con la memoria procedimental, las cuales no observaron en las personas que fueron capaces de dejar el nocivo vicio; el trabajo fue dirigido por los profesores de Psiquiatría Caryn Lerman y James Loughead y publicado en la revista Neuropsychopharmacology.

Se entiende por memoria procedimental la que se utiliza en la ejecución de procedimientos integrados relacionados con habilidades motoras e intelectivas, como anudarse los zapatos, hacerse el nudo de la corbata sin mirarse en el espejo, conducir un automóvil de marchas y hasta pilotar un avión, hábitos que se recuerdan de forma automática y a nivel inconsciente.

Los estudios se le realizaron a 80 personas, entre los 18 y 65 años de edad, y que habitualmente consumían cerca de 10 cigarrillos; en la prueba les practicaron la resonancia justo después de haberse fumado un cigarrillo y luego otra 24 horas después de haberlo dejado; siete días después evaluaron a los sujetos, sometiéndolos a un análisis de orina para confirmar si tenían o no nicotina en su organismo, ya que ésta tarda ese tiempo en desaparecer del cuerpo.

Constataron que 69 sujetos habían recaído, por lo que solo 19 habían abandonado el habito por completo; después de tener este dato analizaron nuevamente los resultados de las resonancias, en la que observaron la diferencia entre un grupo y el otro, observando una baja actividad en la zona del cerebro que se relaciona con el autocontrol y la introspección en los que no pudieron abandonar el cigarrillo.



Los resultados obtenidos en estas pruebas arrojan nuevos procedimientos para ayudar a las personas que quieren dejar el hábito de fumar, como aplicar terapias personalizadas, en las que puedan encontrar formas de autocontrolarse.