La producción de energía eléctrica continúa siendo el pilar para el desarrollo industrial en cualquier país. No existe alternativa de la electricidad, de ahì que cada vez sean màs frecuentes los llamados al uso racional de este recurso que se produce fundamentalmente por la quema de combustibles fósiles, o sea, petróleo, carbón o gas.

Es esta, sin embargo, la peor manera de generar electricidad y hacer funcionar los millones de automóviles que circulan en el mundo. El empleo de petróleo y sus derivados, así como del gas y el carbón constituye uno de los factores que inciden en el aumento de la temperatura del planeta y, por lo tanto, en el tan conocido Cambio Climático.

Entender esta situación lo más rápido posible y actuar en consecuencia es contribuir a preservar la Tierra tal y como hoy la conocemos.Por esta razón el uso de energía producida por el viento, el agua, el sol, procesos quìmicos y otras de las llamadas limpias, que apenascontaminan, se vuelve una obligación de los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil en su conjunto.

Cuba también se mueve en esta cuerda, consciente de la importancia de llegar con tiempo a la meta de generar cada vez más corriente eléctrica mediante el empleo de fuentes alternativas. En tal sentido este fin de semana inauguró su primera central de energía solar fotovoltaica en la provincia de Cienfuegos. Cuenta con 14 mil 100 paneles solares y generará una energia de 2.6 megawatts, lo que equivale a suministrar corriente a suministrar servicio a unas 250 casas.

Para el 2020, las autoridades cubanas esperan generar mediante el uso de fuentes alternativas el 16.5 % de toda la energía producida en el archipiélago. Hoy la energìa limpia solo contribuye con el 3.8 % del total. Según los especialistas del sector eléctrico cubano, un total de 10 plantas similares a la de Cienfuegos se proponen construir en el país a muy corto plazo.

Se trata de una apuesta a la vida. Cuba se suma así a todas aquellas naciones que hoy están a la vanguardia en el empleo de energía limpia. En América Latina Brasil, México, Costa Rica y Venezuela figuran entre los más adelantados.

Queda claro que no hay otro camino. Urge pasar del uso del petróleo a fuentes renovables de energía si queremos vivir en un entorno limpio, sin contaminación y sobre todo que garantice la vida para las actuales y futuras generaciones.