Últimamente en las seleccionesespañolas de deportes mayoritarios empieza a repetirse un mismopatrón. Son mejores que sus rivales, en muchos casos lespasan por encima incluso en la fase de grupos, pero llegado elmomento de la verdad sencillamente se pierde toda esa habilidad yqueda solo un grupo de jugadores que miran sin ver como un rivalteóricamente inferior les pasa por encima porque, sencillamente, noestaban preparados para tener oposición.

Anoche el espectáculo dado por laselección española de baloncesto ante su público, en su país ycon todo la gente a su alrededor animándoles fue vergonzoso.En ningún momento del partido demostraron que tuvieran la másmínima oportunidad de recuperarse, ninguna esperanza de que, talvez, solo fuera un problema pasajero, de esos que todos los equipospasan y que los buenos logran superar.

Parecía que tuvieran unlimite de puntos en el campeonato y lo hubieran gastado ganando deveinte o más a todos los equipos a los que se habían enfrentado,sin dejar nada para cuando realmente hiciera falta meter canastas.

Anochesobre la cancha del partido entre España y Francia noestuvo el mismo equipo que en anteriores ocasiones. Mandaron asus dobles a ver si con un poco de suerte acababan ganando contra unaselección francesa que sí se lo tomó en serio y sí le puso eloficio y la tensión.

Muchos han culpado al entrenador,Juan Antonio Orenga, de la derrota. Es normal, siempre es másfácil admitir que el entrenador tiene la culpa. Pasa en el fútbol,en el baloncesto y supongo que pasará en todo deporte en el que hayaun entrenador al que señalar cuando no nos gusta el resultado.

Haceun tiempo lo decía un entrenador muy famoso “si ganamos, ganan losjugadores; si perdemos, pierdo yo”. Realmente es tan culpable comolos jugadores, sobre la cancha no se vio a los jugadores de laselección y no hay entrenador que pueda arreglar eso.

Ahora toca lamentarse por lo quepudo ser cuando hace no mucho estaba en las manos de losjugadores españoles ganar un mundial o, al menos, quedar segundos ypoder decir que te ganaron unos jugadores de otra galaxia como sonlos de la selección de Estados Unidos. Ahora serán otros los queintenten derribar al equipo americano. A los españoles les tocacoger palomitas y disfrutar del buen baloncesto que no mostró suselección a la hora de la verdad.