La Liga de Fútbol Profesional Argelina (LFP) ha sancionado al club JS Kabilia, en el que jugaba el delantero camerunés Albert Ebossé, fallecido el pasado 23 de agosto tras ser alcanzado por un objeto lanzado desde las gradas, con el cierre de su estadio durante la presente temporada.

Según un comunicado difundido por la LFP argelina y recogido por varios diarios nacionales, el club de la región de la Cabilia, en el norte del país, deberá jugar los partidos disputados en casa a puerta cerrada durante un periodo de seis meses.

Asimismo, sus seguidores tendrán prohibido el acceso a los campos de fútbol de los equipos rivales cuando los jugadores se desplacen a otras provincias del país, hasta el final de la temporada 2014-2015.

Esta es la noticia que aparecía hoy en diferentes medios escritos. En la noticia aparecía también que la directiva del club opinaba de la sanción que era un veredicto muy grave y que la sanción era subjetiva y sobrepasaba los límites de lo deportivo. Así en castellano viejo que le parece excesivo cerrar un estadio donde a un joven de 24 años le han matado de una pedrada sus propios aficionados.

¿Se puede saber exactamente qué es lo que tiene que pasar en un campo de futbol para que se cierre durante una temporada? Cada semana vemos como árbitros, linieres, entrenadores, jugadores (en especial los porteros) e incluso los empleados de seguridad y hasta los presidentes tienen que aguantar de todo en el campo porque la afición se considera dueña del estadio.

Hemos visto a jugadores conmocionados tras explotarles al lado explosivos lanzados desde la grada. Hemos visto entrenadores con brechas en la cabeza porque les han lanzado asientos a la cabeza. Yo he llegado a ver árbitros huir del campo y correr hacia el monte porque si no les mataban los aficionados. Poco se clausura el campo en este deporte.

Este tipo de sanciones, la clausura de un campo no que sea por toda la temporada, deberían ser semanales en los campos del mundo. No podemos permitir que un árbitro reciba amenazas de muerte desde la grada y luego el aficionado se vaya a casa tan tranquilo. Si cada vez que cayeran objetos peligrosos al campo se cerrase durante dos jornadas el estadio seguro que los dueños se preocupaban más de averiguar quién ha decidido hacerse el gracioso y no le dejaban volver.

¿Tan difícil es averiguar quién ha sido poniendo cámaras en los estadios? Pero claro, llamar de todo a los árbitros, jugadores y demás es parte de este deporte "tan bello y edificante" y que un jugador muera en el campo de una pedrada es algo asumible. Diría que algún día va a haber una desgracia y tal vez aprendamos. Pero ya las ha habido y no parece que lo que controlan este deporte aprendan.