Mucho se ha hablado recientemente de la carrera de Moto3 que se celebró este fin de semana en el Circuito de Sepang. Ya desde el mismo final de la carrera los ánimos estaban caldeados por una contienda que resultó bronca y muy agresiva y en la que Jack Miller sacó de sus casillas a Álex Márquez.

Tanto el piloto de Honda como la propia escudería presentaron sendas reclamaciones al considerar que la actuación de Miller no sólo resultó ajena a lo deportivo sino incluso temeraria. Además se alegaba que Danny Kent había hecho un tapón para poder permitir que el australiano lograra más puntos de diferencia con el español.

Sin embargo, ambas reclamaciones resultaron infructuosas al considerarse que ni los adelantamientos de Miller resultaban punibles ni las acciones de éste podían considerarse como un intento consciente de retrasar de algún modo la carrera del piloto español, que en ese momento iba por detrás en la contienda.

En palabras de Javier Alonso, representante de Dorna en la Dirección de Carrera, "el que repase otra vez la carrera verá que es verdad que Miller entra y frena tarde, y también que alguna vez se va largo", lo cual en principio probaría las reclamaciones de Márquez y su equipo, "eso no lo negamos, pero cada piloto tenía una estrategia distinta, van sobre motos diferentes y hay curvas que hacen en marchas distintas y trazan diferente.

Nosotros no vemos intención de Miller en sacarle o tirarle y si la hubiéramos visto habría habido sanción".

En cierto sentido, Álex Márquez está ahora cobrando los réditos de lo que él y su hermano han estado haciendo durante demasiado tiempo en el campeonato de motos. En muchas carreras pudimos ver cómo ambos pilotos usaban sus motos de un modo muy agresivo y llevaban la carrera a un cuerpo a cuerpo que podía resultar peligroso.

Dicha actitud llevó en muchas ocasiones a quejas de otros pilotos que ambos hermanos desestimaban por ser éste un deporte competitivo. Sin embargo, ahora ha sido Álex el que ha tenido que enfrentarse a un pilotaje que no le permitía ni un centímetro y que le acosaba con un fuerte cuerpo a cuerpo. De pronto ese pilotaje no es aceptable, pero ya no tienen derecho a quejarse.

Es lo que tiene jugar fuerte, que en ocasiones se vuelve contra ti.