En la NBA tienen el concepto de que en Europa y Sudamérica no existen buenos equipos, que ningún equipo que no tenga su estadio dentro de las fronteras de la nación de las barras y estrellas tiene calidad. El caso de los Toronto Raptors es una excepción, viven al otro lado de la frontera y se les ve desde Estados Unidos, son así de buenos porque Toronto es una colonia de la NBA. Esos equipos van a Europa y Sudamérica como quien acude a jugar con juveniles. Un paseo tranquilo en avión, cuatro mates y un par de bandejas y a casa con los espectadores dando palmas con las orejas.

Vienen con la mentalidad de que deben ganar pero pensando que será un partido fácil y cómodo.

Sin embargo de Europa han salido algunos de los mejores jugadores de la liga americana. El propio base titular de los San Antonio Spurs nació en Bélgica y creció en Francia. Pau Gasol, jugador al que el propio Kobe Bryant calificó como uno de los mejores pivots de la liga, nació y creció en España. Dirk Nowitzki, líder indiscutible de los Dallas Mavericks, nació y creció en Alemania. Andrea Bargnani, elegido en el primer puesto del draft de 2006, jugador nacido y criado en Italia. Y estos son solo cuatro ejemplos de cuatro jugadores importantes en la NBA de cuatro países distintos del viejo continente.

Sin embargo podríamos seguir con muchos otros ya que solo en España se podrían nombrar entre los jugadores importantes en sus equipos NBA a: José Calderón (New York Knicks), Ricky Rubio (Minnesota Timberwolves), Marc Gasol (Memphis Grizzlies)

Ya si nos vamos a Sudamérica podríamos nombrar a: Luis Scola (Indiana Pacers) argentino.

Pablo Prigioni (New York Knicks) argentino. Leandro Barbosa (Golden State Warriors) brasileño. Tiago Splitter (San Antonio Spurs) brasileño. A pesar de todo esto, los equipos NBA acuden a estos partidos pensando que la victoria será fácil y que solo necesitan esforzarse un poco para sobrepasar a sus oponentes. Sin embargo no hubo suerte en la capital alemana y el Alba de Berlín envió a casa a los jugadores de San Antonio con un recado de volver con otra actitud. No seremos la élite del baloncesto mundial pero sabemos botar la pelotita.