Al ver la lesión de Ricky Rubio frente a los OrlandoMagic, muchos pensamos que sería una lesión que le apartaría de los terrenos de juegoal menos un par de meses. La torcedura había sido muy grave y la recuperaciónsería larga y dura, aparte de que necesitaría de un tiempo de adaptación paraevitar recaídas que alargasen la recuperación más allá de los necesario.

Losexpertos hablaban ya de finales de diciembre o principios de enero inclusoantes de llegar siquiera a hacerse las pruebas y éstas parecieron confirmar lospronósticos. Sin embargo, desde los Minnesota Timberwolves se guardaba silencio.Nadie quería hablar del tema y se daban mensajes no excesivamente concretospara no preocupar a los aficionados, lo que acabó por ser peor que cualquierinformación.

Algunos incluso hablaban de que podría haber sido una rotura y quepuede que incluso se perdiera toda la temporada. Otros, por el contrario, hablabande unas pocas semanas y que posiblemente a principios de diciembre tendríamosde nuevo al base de los Minnesota Timberwolves botando el balón para suscompañeros.

Al final la noticia ha acabado por ser confirmada. RickyRubio tendrá que esperar hasta enero del año que viene para jugar sus primerospartidos tras la lesión con sus compañeros. El que se ha convertido en elprincipal motor del equipo de Minneapolis no podrá hacer mejor al equipo hastadespués de las campanadas de Año Nuevo, y puede que para entonces quede poco quesolucionar en un equipo que se está hundiendo sin su gran estrella, y que aestas alturas es posible que no pueda alcanzar los playoffs que ya teníandifíciles antes del percance de Ricky.

Muchos esperan su vuelta a las canchas como el momento en elque apretar todos los dientes y empezar la dura escalada hasta llegar a losplayoffs, que en este momento están muy lejos, pero que aún pueden seralcanzados si la suerte acompaña y no pierden partidos contra los rivalesdirectos por la plaza, que en muchos casos no están muy por encima de ellos enlo que a calidad se refiere, aunque siempre teniendo en cuenta a unos MinnesotaTimberwolves con Ricky Rubio a los mandos.