Era una noche tranquila en la capital sanjuanina, San Martín y Boca jugaron el partido número 12 de la fecha 6 del Torneo de Primera División de AFA, desde la 21:15 hs. El club de la ribera formó con Orión en el arco, Marín, Díaz, Torsiglieri y Colazzo, Erbes, Meli, Lodeiro, Carrizo; Osvaldo y Martínez.

Para el equipo cuyano, Carlos Mayor, alineó a los siguientes once: Ardente en el arco, Mattia, Gomez, Iberbia y Pelaitay; Gelabert, Bogado, Canhué; Bueno y Figueroa.

El partido arrancó con una firme decisión del local de presionar arriba y en el primer tiro al arco Gelabert forzó una atajada bien esquinada de Orión.

La respuesta a esa jugada de Boca fue un centro a los siete minutos y un cabezazo de Marín que jamás dio en el brazo del defensor de San Martín y ante un público que no entendía la decisión arbitral. Boca se hallaba con un penal que inventó el juez Lousteau, el mismo que no vio 14 penales en la cancha de Boca en favor de River, en aquel Clausura 2011, donde condenaron en algún escritorio a River para jugar por primera vez, en la segunda categoría del Fútbol Argentino.

Ejecución de Osvaldo y gol de Boca. Parecía a priori que terminaría todo en goleada para Boca. Sin embargo, no fue así, San Martín, presionó en toda la cancha y no pudo encontrar el empate en la primera etapa pese a 4 jugadas netas de gol.

Sobre el final, Lousteau no vio un penal de Colazzo. El balón esta vez sí dio en el brazo del defensor dentro del área xeneize, pero se juzgó casual.

En el segundo tiempo, el local no cambió su planteo, cuatro llegadas más claras que las anteriores hasta que encontró el empate a los 20' a través de Figueroa.

A Boca se lo notaba cansado.

El pronóstico del partido cambiaba y eran los sanjuaninos quienes podían dar vuelta el encuentro. Luego, una pelota puesta en profundidad para Bueno, que enfrentó a Orión y éste de manera antideportiva, con los dos pies hacia adelante para quebrar al adversario. Fractura de tibia y peroné para el ex San Lorenzo. Orión expulsado y un tiro libre que no prosperó para los cuyanos.

El uruguayo debió abandonar el campo de juego en ambulancia y la hipocresía de Orión quedó de manifiesta cuando aún reclamaba una infracción en su favor. Más tarde, un gol anulado a los verdinegros y ahí nomás la doble amarilla compensatoria para Gelabert y emparejar las cosas desde la cantidad de hombres en cancha. San Martín atacó hasta el final y no pudo con Sara, que reemplazó a Orión.

Una vez más la ayuda arbitral en favor de Boca Juniors, le permite rescatar un punto de visitante y un papelón, que pudo terminar en goleada, se convirtió en la impunidad histórica que Boca tiene sobre el resto de los clubes del fútbol argentino. Como en 1962, como en 1992, como en 2000, como en 2005, como en 2008, parece que desde el buró de AFA y desde algún precandidato presidencial, hay acuerdos que no pueden dejar de cumplirse.

Recordemos el gol anulado a Defensa y Justicia, el penal sancionado en perjuicio de Olimpo, el penal en favor de Boca frente a Termperley y el jugador expulsado a Rafaela.

Boca es un club que de pobre pasó a ser pícaro, de pícaro pasó a ser aguerrido y de aguerrido pasó a ser impune, corrupto y con valores que no se condicen con el espíritu del deporte.