Una tarde noche esperada en Avellaneda por los miles de hinchas que colmaron el estadio. Racing Club ante una chance nítida de estar entre los ocho mejores de América, pero antes debía vencer al duro Montevideo Wanderers, en una serie en la que el equipo dirigido por Cocca era el favorito. La Academia pudo, lo hizo y hasta sufrió sobre el final, pero derrotó al elenco uruguayo por 2 a 1 para pasar a la próxima instancia. Algo que no ocurría desde 1997 para la institución racinguista, cuando llegó hasta semifinales y perdió frente al Sporting Cristal, en un recordado duelo.

La expectativa era muy grande para ver a Milito y compañía en el césped, ante un rival que imponía respeto, pese a no ser un club de renombre y no poseer jugadores rutilantes.

Tras el buen resultado conseguido en Montevideo, con el 1 a 1, el empate sin goles clasificaba al elenco argentino. Por eso, al principio del partido, fueron los uruguayos quienes arrancaron mejor, a sabiendas que necesitaban convertir al menos un gol para tener chances de pasar. Se vio a un conjunto sereno, ordenado con dominio del balón como fue el montevideano, que avisó apenas comenzado el encuentro con un remate de Rodríguez que se fue apenas desviado. Mucha circulación de pelota en el mediocampo para tratar de llegar tocando al arco defendido por Saja.

En otra aproximación de la visita, un centro desde la izquierda terminó con un cabezazo de Riolfo que Saja contuvo con buena respuesta sin dar rebote. Racing no encontraba la pelota, no podía dar dos pases seguidos y abusaba de las bochas divididas para ver qué podían hacer Bou y el Príncipe. Al técnico argentino se lo vio molesto y disconforme con la actuación de su equipo.

Hasta que llegó el delirio del público, cuando era más Wanderers, Milito desbordó por derecha y envió un centro que conectó de sobrepique Camacho para poner el 1 a 0 del match, en lo que fue la primera ocasión clara para el local. Ese tanto tranquilizó al elenco albiceleste y a partir de ahí comenzó a manejar el desarrollo.

El siempre peligroso Bou tendría una oportunidad y no la desaprovechó. Desde la izquierda remató de derecha al palo del arquero, con floja respuesta del guardavalla y colocó el segundo gol de la Acade. Esto le dio más serenidad a sus simpatizantes,en tanto los uruguayos bajaron la intensidad de los primeros minutos y así se fue el primer tiempo, sin demasiadas emociones en ambos arcos.

En el complemento no varió mucho a lo que pasó en el primero. Racing lució más sólido por el marcador y el tiempo corría sin muchas jugadas de peligro. Wanderers trató de ir en busca del descuento pero no tenía profundidad. Sí tuvo algunos tiros libres cerca del área que fueron mal rematados por sus jugadores.

En tanto, el local quería lastimar de contragolpe. Lo tuvo Brian Fernández, que ingresó tras la asistencia de Bou, pero el arquero se lo impidió con una excelente atajada.

Cuando se iba el partido ocurrió lo impensado, tiro libre para los visitantes y Olivera de zurda convirtió un golazo que fue inatajable para Saja. No quedaba casi nada para el final y los uruguayos trataron de hacer historia, pero ya era tarde. El encuentro terminó y Racing pasó a cuartos de final, donde jugará con Guaraní, que dio el golpe al eliminar al Corinthians. Festejo de los jugadores y de la hinchada reconociendo que en este torneo no existen rivales fáciles.