El 1 de abril de 1961, comenzó esta rivalidad que se mudaría a los fanáticos y hasta a los medios de comunicación: Griffith derrotó a Paret y obtuvo el Título Mundial Welter, al conseguir un KO en el décimo tercer round. Pero el 30 de septiembre de ese mismo año, el cubano, apodado "Kid", se hizo con el galardón ante el mismo rival.

La tercera era la vencida y la fecha estaba pactada: 24 de marzo de 1962. Los seguidores de ambos boxeadores se tomaban a golpes de puño en las calles, los periódicos no hacían más que especular y aumentar la expectativa y la rivalidad entre los contendientes.

Para colmo, Paret defenestró a Griffith por su condición sexual, declarando que "iba a moler a golpes a ese homosexual".

Llegó el momento del combate. El mítico Madison Square Garden estaba repleto y alentaba, esperando una victoria de Griffith. Antes de la campana inicial, Benny cometió el error fatal que lo condenó a muerte: le dijo al oído "maricón" a su rival. La respuesta de este fue simple. "Soy gay, pero te voy a matar".

Ya en la acción, Griffith logró dominar gran parte de la pelea, provocándole cortes múltiples en la cara a Paret. Sin embargo, en el sexto round, el cubano logró conectar un puñetazo que envió a la lona al oriundo de Islas Vírgenes y la cuenta fue de ocho segundos.

Emile se levantó y fue dominado durante dos rounds más.

Así, la batalla se extendió hasta el décimo segundo asalto, el de la tragedia. Cuando ambos boxeadores se veían faltos de energía, Griffith pareció entrar en un trance. Puso a "Kid" contra las cuerdas, provocando que uno de sus brazos se enrede en estas y no pueda salir, y comenzó una seguidilla de golpes mortales, todos apuntados a la cabeza y llegados a destino.

Se contabilizaron trece golpes en total. Varios de ellos, cuando Paret ya estaba inconsciente. El árbitro, invisible. Tardó demasiado en colocarse entre los contendientes, y Griffith, enceguecido, quería seguir pegando. El estadounidense fue declarado ganador, pero una sensación fría invadió el Madison. Los médicos sacaron en camilla al cubano, que ya no reaccionaba, y la ambulancia tardó media hora en llevarlo al Roosevelt Hospital.

Luego de varias operaciones para reducir los coágulos de sangre que se le habían formado en el cerebro, y en estado de coma desde la pelea, el 3 de abril de 1962, el corazón de Benny Paret dio su último latido, y el boxeador cubano dejó este mundo.

"La sociedad me perdonó por haber matado a un hombre, pero siempre me condenó por mi condición sexual". - Emile Griffith.

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