El boxeador filipino, Manny Pacquiao, se enfrentó al invicto Floyd Mayweather en un combate que, de antemano, se suponía quedaría escrito en los anales del Boxeo como la "Pelea del siglo".

El combate a 12 asaltos se llevó a cabo en el mítico estadio MGM de Las Vegas, donde Sergio 'Maravilla' Martínez le arrebató el título mundial de peso medio del Consejo Mundial de Boxeo a Julio César Chavez Jr. en 2012.

La contienda tuvo varios detalles peculiares, uno de ellos fue el de los locutores. Por un lado, Jimmy Lennon, que se encargó de la presentación del estadounidense, mientras que, por su parte, Michael Buffer se hizo cargo de la entrada del filipino.

El primer round lo encontró a Mayweather expectante de lo que podría llegar a hacer Pacquiao, quien no ostentó muchos recursos para vulnerar la guardia del norteamericano en los primeros tres minutos. De hecho, sufrió la derecha de este último en la contra. Con el correr de la pelea, Pacquiao sentó bases y supo arrinconar contra las cuerdas a su rival en más de una ocasión. Por caso, fue en el cuarto asalto cuando logró conectar con un golpe frontal de izquierda de lleno a la cara de Mayweather. A lo largo de la pelea, fue una constante ver al filipino atacando y al norteamericano huyendo hacia los costados, como nos tiene acostumbrados; quizá sea esto lo que provoque el abucheo del público hacia él.

En no menos de tres ocasiones, Pacquiao encontró a su oponente y lo azotó durante algunos segundos, mientras este sólo se refugiaba en su guardia.

Finalmente, al concluir los doce rounds pactados, llegó el turno de los jurados. Aquí cabe destacar que Mayweather fue quien los eligió, siendo esta una de las condiciones acordadas con Pacquiao para realizar la pelea.

Por caso, dos de los tres jueces eran oriundos de Nevada, ciudad natal del excéntrico boxeador. Tras unos minutos, Jimmy Lennon anunció el fallo de los magistrados. Los mismos le dieron la pelea a Mayweather por unanimidad, en lo que significó un fallo sumamente controvertido. De hecho, en las entrevistas posteriores al combate, el norteamericano destacó las virtudes de su rival.

No fue así en el caso de Pacquiao, quien dijo ''Fue una buena pelea, creo que gané yo; él no hizo nada más que huir''.

La polémica está instalada y probablemente, de no haber una revancha, nunca tenga un final concreto. Lo cierto es que, como suele suceder en estas peleas, para ganarle al campeón, parece que hay que noquear.