Boca ganó un partido inesperado. Parecía un empate clavado. La ineficacia de los tiros de media distancia y las complicaciones para terminar las jugadas daban la idea de que el partido era para repartir puntos. Pero no, el comandante Chávez, quien ingresó a los 32 minutos del segundo tiempo en lugar de Pablo Pérez, puso las cosas en favor del xeneize. Ahora tiene que esperar a que juegue San Lorenzo para saber si es único puntero o la punta sigue compartida.

El primer tiempo fue bastante parejo. Los primeros veinte minutos no se sacaron ventajas ni en la posesión de la pelota.

El punto que hizo que Boca creciera fue la expulsión de Oliver Benítez a los 21 minutos. A partir de ahí, se vio otro Boca, uno más avasallador con una contundencia en el ataque, mayor posesión de la pelota y el generador de la mayoría de las ocasiones. Pero no entraba. Mala puntería por parte de los de “Vasco” tanto a media como a larga distancia. Estuvieron muy bien los mediocampistas del xeneize, tanto Gago, Pérez como Cubas, con pases que llegaban a destino y una buena circulación de la pelota. Muy bien cumplidos los roles de Tévez y Lodeiro como los conductores y los creadores de las jugadas.

Las defensas de ambos equipos estuvieron muy firmes. La defensa del “lobo” fue sólida, bien parada y atenta.

Tanto es así, que Calleri no se escuchó en todo el primer tiempo. Destacada actuación de Facundo Oreja y del arquero Navarro. Floja presentación de Nacho Fernández, un jugador que venía siendo destacado en el equipo de Troglio. Por el lado de Boca, lo mismo. Bien en el juego aéreo, en las salidas, cortes y posición. Orión no tuvo mucho trabajo porque Gimnasia casi no llegó al área más que en el gol de Mazzola.

El segundo tiempo tuvo todos los condimentos: dos expulsados: Calleri en el arranque y Coronel a los 20; tres goles: Mazzola en el arranque del complemento por el lado del “lobo”, Lodeiro a los 11, la pelota le quedó por un mal remate de Gago, y Andrés Chávez a los 45, después de un centro raso de Sebastián Palacios. El partido termino con diez jugadores por el lado de Boca y nueve por el lado de Gimnasia.

Los de Troglio prácticamente no atacaron en el segundo tiempo, se tiraron a la defensiva y jugaron al contraataque y se puede decir que después del gol, no pateó más al arco. Boca siguió buscándolo todo el partido, pero se topó con la defensa sólida y firme del lobo, quién impidió, junto con Navarro, que Boca no haga cuatro o cinco goles. Sumado a la defensa, la mala puntería de Boca y la impresicióna la hora de terminar las jugadas ayudaron a que sea un resultado muy ajustado.

Muy bien el árbitro Ceballos: correcto en sus decisiones, firme a la hora de sacar tarjeta y bien en momentos de dejar continuar la jugada, en lugar de cobrar falta. Boca fue el claro dominador del partido y ganó un encuentromás que difícil en una cancha que siempre es complicada.