Pasaron 19 años, angustias y demás e incluso un descenso incluido para los hinchas, jugadores y dirigentes de River. Pasaron 19 años de la última vez que el equipo de Nuñez conseguía la Copa Libertadores, aquella vez fue con Enzo Francescoli, Ariel Ortega, Matías Almeyda, Hernán Crespo, Leonardo Astrada, Celso Ayala, Eduardo Berizzo y... Marcelo Gallardo como integrante de aquel equipo.

Justamente es el que ayer le devolvió la gloria al pueblo millonario porque desde su llegada impuso una manera de jugar, una mentalidad y porque lo devolvió al plano internacional.

Primero fue la Copa Sudamericanana frente a Atlético Nacional de Medellín con un 1-1 en la ida y un 2-0 en la vuelta en Nuñez.

Tras ese importante logro, River se propuso conseguir el título que casi siempre le fue esquivo, la Copa Libertadores. El camino no le fue fácil, debido a que tuvo complicaciones para pasar de fase y logrado ese objetivo se tuvo que cruzar con Boca; pero pudo sortear las dificultades (Boca, Cruzeiro y Guaraní) hasta llegar a la final de la copa, otra vez con Marcelo Gallardo como en 1996.

A pesar de una mala primera final, anoche el equipo dirigido por Gallardo, se despacho con un 3-0 en el Monumental tras haber empatado en la final de ida 0-0 frente a Tigres en Mexico. ¡SI 3-0!

Para coronar un gran éxito y para quedar estampado en los grandes libros de la historia riverplatense como uno de los mejores equipos de sus mas de 100 años de historia.

Afuera quedaron toda posibilidad de especulación, River con Gallardo volvió a sus fuentes, volvió a lugar que tanto merece. Atrás están todas las penurias y decepciones pasadas y es por eso que hoy disfruta.

Lo que fueron Ortega, Francescoli, Crespo y demás, hoy lo ocupan Carlos Sánchez; Rodrigo Mora y Leo Ponzio como abanderados de este gran equipo de futbolistas.

Mas allá de esto, el título no debe ser el final de la película. Sino que debe ser el comienzo de algo todavía aun mas grande, el comienzo de un equipo que(pro sobre todo), juegue bien al fútbol.