El Bayern le ganó 3 a 0 al Milan en un amistoso jugado en Munich, donde los equipos se disputaban la Audi Cup, pero a pesar de la contundente victoria el entrenador español se cruzó en el entretiempo con el mediocampista rival, Nigel De Jong, y le dijo de todo. Tuvieron que separarlos.

Faceta desconocida la de Pep, en un amistoso que de amigable tuvo poco. El DT del Bayer Munich siempre se caracterizó por su serenidad, temple y calma cuando la pelota rueda. Fuera del campo de juego la historia fue bien distinta. El estratega, que supo llevar hasta lo más alto al Barcelona y ahora planea hacer lo mismo en Alemania con su club actual, optó por poner en cancha al chico Joshua Kimmich.

De Jong, que no tiene fama de lírico y cuenta con un interesante historial de bruscas patadas, sobre todo en el Mundial 2010, no lo perdonó. Tras la lesión, Guardiola se lo cruzó en el entretiempo, camino al vestuario, y le recriminó su actitud. Cuando el receptor de las críticas se acercó a responderle, sin amabilidades, sus compañeros se apresuraron en separarlo de la escena.

Por lo pronto, Kimmich quiso ponerle paños fríos a la situación y afirmó que la lesión no había sido tan grave como parecía. Sin embargo, el agresor se retiró del estadio sin hacer declaraciones. Toda la prensa lo esperaba. El que sí se refirió al polémico hecho fue el técnico del Milan, Sinisa Mihajlovic. “Esto no es un ballet”, declaró el serbio, con mucha molestia encima, según difundió el diario Olé.

¿Qué pasó en el partido? El Bayern, que pisa cada día más fuerte, goleó con tantos de Bernat, Götze y Lewandowski. El Allianz Arena estaba colmado para ver a dos verdaderos gigantes, no sobraba ni una butaca. Hubo varias ocasiones de gol, incluso pudo ampliarse la diferencia. Si bien es cierto que a su técnico se le escaparon tres Supercopas de Alemania desde su llegada, el conjunto rojo va por el buen camino. Dicho esto, se entiende la inocente reacción de Pep. Él sabe de ballet, no de patadas. Así encaró Guardiola a De Jong, muy cerca de los vestuarios: