Si bien el regreso de Juan Martín Del Potro a las pistas era auspicioso, aún necesitaba un triunfo que sustente ese retorno. Y esa victoria llegó en los cuertos de final del Delray Beach Open con un contundente 6-2 y 6-3, en apenas una hora y 20 minutos de juego, frente a Chardy, 30 del ranking mundial y 5 favorito del torneo, quien había derrotado al argentino en el Abierto de Australia 2013.

Luego de tres operaciones en su muñeca izquierda y 11 meses de inactividad, el argentino paulatinamente se está animando a soltar el potente revés a dos manos y recurrió a ese golpe en más de una ocasión para imponerse frente a Chardy e inclinar a su favor el historial entre ambos que se encontraba 1-1.

En el comienzo del partido, Del Potro dominó con el poderío de su servicio y de la derecha desde el fondo de cancha frente a un rival peligroso tanto por su experiencia como por su forma de juego. Y obtuvo el premio en el sexto game al conseguir el primer quiebre del encuentro, pero no se quedó y fue por más. En el octavo juego aumentó la ventaja con otro quiebre y, en sólo 35 minutos, se llevó con el primer set por 6-2.

Con la confianza en alza tras la ventaja inicial, el argentino volvió a vulnerar el servicio de su rival en el segundo game y se puso arriba 2-0. A pesar de esa mínima diferencia, Del Potro ingresó en una zona de incertidumbre al ceder su saque pero logró recuperarse rápidamente con otro break para aventajarse en el marcador 4-1.

En el séptimo juego las dudas volvieron a aparecer y debió levantar varios break points, demostrando que aún le falta ritmo de competencia.

Si bien el tandilense pudo cerrar el partido con el servicio del francés en el octavo game, tuvo que esperar hasta el noveno con el propio. Con una eficacia del 72% de los puntos ganados con su primer servicio, Del Potro dio otro paso enorme de cara a su regreso definitivo al circuito.

Hay que destacar la actitud del argentino, aún en los momentos más complicados del encuentro, que le permitió avanzar a la semifinal de un torneo ATP luego de dos años, cuando accedió a esa instancia en Sydney a comienzos de 2014.

“Es un desahogo después de tanto sufrimiento”, comentó el tandilense, campeón del US Open 2009, al finalizar en encuentro. Su próximo rival será el estadounidense Sam Querrey (61°), quien se recuperó y pudo ganarle con lo justo a su compatriota Tim Smyczek (129°) por 6-7 (1), 7-6 (4) y 6-4.