No hace mucho que llegó a Boca pero rápidamente se ganó un lugar en el corazón de los hinchas. Pese a que el torneo comenzó con idas y vueltas en el equipo titular y alternando por momentos con Silva, el otro lateral por izquierda, en el tramo final del año supo ganarse su lugar en base a buenos rendimientos.

Pero más allá de su nivel individual, también lo colectivo lo ayudó a poder crecer. Hoy el equipo de la Ribera lidera el torneo, pese a que el mismo esté en un impasse por las vacaciones de verano. Por ello Fabra analizó el presente del equipo y su juego colectivo: “Creo que somos muy peligrosos, el equipo más goleador del torneo.

Siempre tratamos de arrollar y de llevarnos por delante a los rivales. A veces nos salió, otras no. A mí me gusta el vértigo con el que jugamos, porque hacemos los partidos de ida y vuelta, no paramos; nos parecemos a un equipo europeo que siempre va al frente”, explicó el defensor Xeneize.

Además también hizo hincapié en cómo se vive el fútbol en Argentina: “No solo hay que sufrirlo, también hay que disfrutarlo, aquí a veces se exceden. Pero para nosotros, los jugadores, la carrera es corta. Más adelante no quiero decir: ¿Por qué no la disfruté más? Por eso, trato de ser más alegre”, admitió.

Siguiendo por la misma tónica, el defensor contó cómo fue tener un partido malo y su reacción ante ello: “No soy de autodestruirme.

Si algo salió mal, hay que tratar de cambiar el estilo de trabajo y relajarse. Cuando las cosas van mal, lo importante es esforzarse para mejorar y no darle importancia al qué dirán”.

Por otro lado, manifestó que jugar en colombia le generó una experiencia que en la actualidad le sirve: “Aprendí a vivir el fútbol más relajado; no como acá que es más intenso.

Allá, después de un partido, se puede estar más tranquilo. En la Argentina, empatás y se arma quilombo. Yo aprendí a no matarme la cabeza en momentos difíciles”, señaló.

Por último, contó sus sensaciones tras volver a jugar con la Selección de Colombia: “Es lo máximo jugar en la selección. Desde muy pequeño, lo soñaba y lo anhelaba. Cantar el himno en el estadio, me toca todos los sentimientos; me hace sentir orgulloso”.