Federer y Nadal se volvieron a encontrar dentro de una cancha. Allá por 2004 estas dos leyendas del Tenis se cruzaron por primera vez, mismo torneo donde este domingo disputaron el título de Miami (final número 23 entre ambos). Por aquel entonces, un joven Rafael Nadal derrotaba a Federer, número uno, por un doble 6-3.

Aquel partido marcaría un antes y un después en la historia del tenis. Y es que luego de aquel torneo, se enfrentarían 36 veces más (23-14 a favor del español), y desde aquel momento se inició la rivalidad “más grande de la historia”, regalándonos a los amantes del tenis partidos memorables, intensos y llenos de emociones.

Luego de seis meses de inactividad por problemas en la rodilla, el inicio de temporada de Federer ha sido magistral, coronándose en los tres torneos más importantes hasta la fecha (Australia, Indian Wells y Miami). Así demostró, una vez más, que puede seguir mejorando y que aún tiene mucho tenis para brindar.

Es el jugador con más partidos ganados en el año, con un record de 19-1. Su mejor inicio de año fue en el 2006, donde también grito campeón en Australia, Indian Wells y Miami, con un record de 33-1. Dato interesante: las veces anteriores que llegó a esta altura habiendo perdido solo un partido (2004-05-06) terminó el año liderando el ranking. Además, cada vez que Federer ganó el “doblete del sol” (Indian Wells e Miami), fue campeón en Wimbledon y también en el US Open.

El suizo parece haber encontrado el antídoto para derrotar a su “bestia negra”. Es la tercera vez en el año y cuarta victoria en fila que Roger derrota a Rafa, algo que nunca había sucedido. Jugar parado sobre la línea de fondo, rápido y ser agresivo en las devoluciones parecen ser las claves principales. En Miami alcanza su título número 91 y su Master 1000 número 26.

“Estoy contento porque no ha pasado nada notable en este tiempo. Ha sido un camino soñado sobre la pista, mi cuerpo ha reaccionado de maravilla y no podría estar más feliz”, declaró Federer luego del partido, a su vez que anunció que se tomará un descanso y regresara recién en Roland Garros. Seguramente todos sus cañones apunten a Wimbledon, su torneo preferido.

Hay una frase que dice: comete todos tus pecados cuando juega Federer, porque hasta Dios está mirando.

Lo cierto es que el Rey ha vuelto, más fuerte que nunca.