Desde que en octubre del 2011 se estableció el comúnmente llamado "cepo cambiario", el escenario del pequeño ahorrista que adquiría los dólares en la ventanilla del banco o más cómodamente desde el sillón de su casa haciendo unos pocos clicks en su computadora, se vio claramente modificado. 

Ha pasado mucho tiempo desde aquel entonces, y hubiera sido imaginable que después de tanto ese lapso los operadores económicos hubieran conseguido los medios para adaptarse a la nueva realidad. Sin embargo esto no fue así y al día de hoy seguimos debatiendo sobre el tema.

Incluso hasta se discute si el "cepo" es en realidad una restricción real o simplemente una forma estatal de regulación de un mercado que en los últimos años parece haber sido bastante especulador. 

Hoy el argentino común, el que llaman "de a pie", tiene que decidir qué hacer con esos pesos que, si tiene la suerte de no gastarlos en su totalidad, no sabe bien en muchos casos, en qué ahorrar. Bien conoce que si los coloca en la alcancía y espera un año lo que podrá comprar será probablemente entre un 30% y un 40% menos.  

Sin necesidad de tener que recurrir a una "cueva" para hacerse de dólares blue, y para quienes la Afip no haya habilitado para comprar divisas, existen otras opciones legales de adquirir un ahorro en otra moneda más fuerte que no sea el peso, o incluso en invertir en pesos superando a la inflación.

Este último caso es lo que ha sucedido con algunas acciones, que en los últimos años han aumentado considerablemente de valor, en especial las energéticas. Es conocido el caso de Edenor o de YPF -al menos antes de la baja internacional del precio del petróleo-,  así como el de varios bancos como Patagonia, o Macro, entre otros, que han visto subir el precio de su acción en un 200% o más en el plazo de un año. 

Sin embargo, operar con acciones conlleva un riesgo que muchos de nosotros no queremos asumir.

Para inversores más prudentes existen los bonos, que tienen la ventaja de pagar intereses en fechas preestablecidas y el capital al vencimiento. 

Actualmente, el más conocido es el Boden 2015, con vencimiento al 3 de octubre de este año. Hoy cotiza a $ 11.68, bastante por debajo del dolar blue.  Para hacerse de dólares a un plazo relativamente corto puede resultar una interesante opción, aunque no tiene tanto atractivo en cuanto al pago de intereses, ya que se encuentran otros bonos que pagan tasas de interés mucho más altas.

Entre estos figuran el Bonar 24, con una renta anual de 8.75% en dos pagos; el primero pagadero para el 7 de mayo próximo y el otro al 7 de noviembre.  

Lo bueno de estas operaciones de compra-venta de bonos y de acciones locales es que podés hacerlo fácilmente desde tu propia cuenta bancaria, vía home-banking, sin necesidad siquiera de abrir una cuenta en un broker. Si no te animas llamá a tu banco y preguntá. Verás que es bastante sencillo.  

Por último, si tu caso no es el del ahorro sino que preferís gastar esos pesos de más, una buena estrategia es aprovechar el plan Ahora 12, donde tenés una amplia gama de productos para comprar en 12 cuotas sin interés con varias tarjetas de crédito.

Los aumentos que recibas en tus ingresos, vía paritarias sindicales, o el propio ajuste que puedas hacer privadamente, va a hacer que las últimas cuotas representen menos en tu economía personal. De ahí el beneficio de comprar bajo esta modalidad.

Mientras esperamos que el índice de inflación vaya cediendo a mediano plazo, contamos con estas salidas para darle un buen destino a ese dinero que a veces parece escaparse de las manos.