Estos datos esperanzadores para el futuro económico y social del subcontinente, se desprenden de una investigación titulada, "El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo", que fue presentada en Roma y tenía que resolver un difícil desafío planteado en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (CMA), en 1996.

De este modo, la mayor parte de Latinoamérica se presenta en la capital italiana con los deberes hechos y aprobados con creces, a partir del cumplimiento de las metas de disminución drástica de la malnutrición planteadas en aquel año.

El informe pone de manifiesto lo notable reducción de las carencias alimentarias que en 2002 sufrían 60,4 millones de latinoamericanos, el 10,5 % de la población, mientras que en 2015, la cifra ha caído hasta los 26,8 millones (menos del 5%).

El informe añade que los logros de la región se deben fundamentalmente al "progreso robusto" de la mayoría de sus países, a pesar de que las cifras de superación de este mal social ha sido dispar de un estado a otro.

El estudio resalta que el origen de esta merma sostenida de la subnutrición se encuentra en tres pilares principales: el crecimiento económico general, el repunte de la producción agrícola, y las políticas exitosas de protección social que han implementado buena parte de los gobiernos de la zona.

En consonancia con este último punto, el director general de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), ha manifestado que la protección social de las familias ha demostrado ser un "aliado contra el hambre" a nivel mundial.

A la hora de evaluar a cada una de las subregiones y a los distintos países de manera individual, la FAO ha dejado claro que hubo un esfuerzo del conjunto de la región, pero aún así, mientras América del Sur logró reducir la subalimentación de sus habitantes en más de un 75%, América Central sólo lo hizo en poco más del 38%.

En cuanto a los países, la agencia de la ONU, ha constatado que ya cumplieron con el objetivo de reducir el hambre, Argentina, Brasil, Chile, Guyana, Nicaragua, Perú, Venezuela, Uruguay, Bolivia, Panamá y Surinam. Por su parte, Colombia, Ecuador, Paraguay y Honduras, van por "buen camino" según el informe, mientras la cara opuesta y la nota negativa del informe la ponen Guatemala y El Salvador, quienes según los datos evaluados, no conseguirán alcanzar las metas internacionales.

Sin duda, los resultados del informe presentado en Roma es una invitación a soñar con una región latinoamericana más desarrollada y con un mayor poder adquisitivo per-cápita, pero el mundo aún debe enfrentarse a la vergonzosa cifra de 795 millones de seres humanos desnutridos.