Para la ultra derecha Argentina, el gobierno es netamente comunista. Para la izquierda tradicional, es un gobierno pequeño burgués que ha permitido que los grandes capitalistas sigan obteniendo ganancias vergonzosas a costa de los trabajadores.

Pero la realidad demuestra un claro interés del poder ejecutivo por permitir el avance, paso a paso, sin prisa pero sin pausa de los sectores más vulnerables.

En una reunión entre los representantes gremiales y los representantes de los ministerios de Economía y Trabajo, acordaron la suba de un 27,8 % de los salarios y un 9% extra sobre las ganancias extraordinarias de los Bancos.

Este tipo de políticas, perfilan al gobierno, lejos de los sectores dominantes de la economía.

A partir de ahora el piso salarial para los bancarios será de 14 670 pesos mensuales más el porcentaje de las ganancias correspondientes. Empiezan a percibir el fruto de su Trabajo, ya no como un gasto del presupuesto, sino como sujetos activos, parte de quienes hacen funcionar las relaciones comerciales y la creación de ganancias.

Según Axel Kicillof, ministro de economía, es una medida novedosa y es un acuerdo histórico. Si se mantienen los salarios actuales, cada trabajador obtendrá entre $8000 pesos y $26000, de ganancias en el año, según el salario percibido.

Esta ardua negociación que terminó a las 3 de la mañana, fue festejada por "La Bancaria" y su secretario general, Sergio Palazzo, quien junto a Juan Ignacio Forlón, presidente del Banco Nación y representante de Abappra; Noemí Rial, secretaria de Trabajo; Adrián Caneto, director nacional de Negociación Salarial y Emaniel Agis, vice-ministro de economía, llegaron al importante acuerdo.

Debido a la caída del salario en 2014, el ejecutivo tuvo que intervenir en la ronda de paritarias. Estas medidas permitirán la recuperación del poder adquisitivo lo que hará disminuir la inflación de forma gradual.

Sin embargo, los sectores con sindicatos con amplia capacidad de negociación, debieron presionar a sus empresas creando las alternativas necesarias para que la inflación, en vez de pasar a los productos finales, se vea reflejada en el aumento de los salarios.

Uno de los puntos del porque se habilitó la participación tiene que ver con el conocimiento que existe de los balances bancarios y el doble control por audición que ejercen la Comisión Nacional de Valores y el Banco Nación.

Entre 140 000 y 150 000 personas serán las beneficiadas por el convenio, incluyendo a las de call centers.

Estas cobran alrededor de 34 000 pesos brutos mensuales. Por ende, a ese ingreso le corresponderá una participación anual de ganancias de 26 mil pesos, siempre que la rentabilidad se mantenga en un 34%. Es decir, de los 44 000 millones que ganan los bancos, solo 3 800 millones serán destinados para los trabajadores. Según los integrantes de la Bancaria, esto amortigua el injusto impuesto a las ganancias. Pero desde Economía y Trabajo, contestaron que eso es falso porque sino 6 de cada 10 trabajadores recibirían un ingreso adicional.

La brecha sigue siendo enorme entre los capitalistas y los trabajadores. Así y todo, por esta pequeña porción ganada con justicia, los poderosos chillan. Por eso, el gobierno Nacional encabezado por la presidenta, no es que no desee quitas mayores, sino que sigue una estrategia, para que de a poco se vayan apropiando de los expropiado: la plusvalía que cada ser humano impone a la mercancía. Son políticas racionales, de una izquierda que es racional, nacional y popular.