En los últimos años, Argentina se caracterizó por proteger el consumo interno y a la industria nacional, restringiendo las importaciones. Se logró proteger a la Pequeña y Mediana Empresa (PYME), y con ello el empleo. Pero la actual gestión a permitido que se importen bienes de consumo, argumentando quees para abaratar los precios. Esto ha enviado al cierre a miles de PYMES, que no pueden competir con los precios de la oferta externa.

La industria local se encuentra golpeada por la inflación ascendente, la baja del consumo, y los aumentos desmedidos de los servicios, tales como el gas, la luz y el agua.

Entre enero y julio las empresas que mas se están perjudicando son las textiles, que no pueden competir con los precios chinos, desde enero las importaciones aumentaron un 17 %, mientras la caída de las ventas ha sido del 12 %, ambas variables generan un derrumbe de la actividad textil del 25 %, ya se han suspendido más de 5000 trabajadores y ya han habido despidos. El comercio puerta a puerta también amenaza al la industria nacional, ya muchas personas han empezado a comprar en forma online, con un máximo de 1000 dólares y 50 kilos por envío.

El sector del calzado también se encuentra muy afectado por la apertura de las importaciones, que si se compara con el mismo periodo de tiempo de 2015, la producción mermó un 30 %.

Otra industria afectada ha sido la automotriz, que con el aumento de vehículos traídos de Brasil, ya inició suspensiones rotativas, que afectan apróximadamente a 6000 trabajadores

Todo ha llevado a que la oposición presente proyectos en el Congreso para limitar las importaciones por 6 meses para de esa forma proteger el empleo, a lo que el presidente Macri se opone totalmente.

"No podemos dejar que los argentinos compren cosas que en el país están más caras que en el resto del mundo", afirmó.

También, aseguró que se ha entablado un encuentro con los sectores industriales para planificar la productividad que ayuden a proteger un empleo, que parece más a la idea presidencial de reflotar la ley de flexibilización laboral, derogada en la gestión anterior.

Según el economista Mariano Lamothe, de la consultora Abece, se está en un proceso de transición que puede durar años, si no se fortalecen algunos sectores para que tomen empleos, ya que otros debido a estas medias seguramente seguirán perdiendo empleos. Afirmó que se esta caminando por una cuerda floja, como está haciendo Macri propiciando importaciones. Esto tiene el peligro de caer en más desempleo por el hecho de querer bajar ciertos precios.