¿Por qué el argentino vive tomando mate?

En realidad, el mate es un sentimiento. No se puede explicar con palabras, ¿por qué el argentino toma mate todo el tiempo? Pero intentaré explicarlo para que conozcan este sentimiento que tenemos todos los argentinos cuando tomamos o cuando compartimos con los amigos, familiares y desconocidos.

Hay personas que están acostumbrados a tomar café, té y otras infusiones, verdad? Bueno, en el argentino se da que la costumbre es tomar mate. El mate reúne amigos, familiares y hasta desconocidos en las que se los invita a probar lo que es el mate.

Lo podes tomar con cascarita de naranja, limón o pomelo, con azúcar, sacarina o amargo. Los verdaderos tomadores de mate, lo toman amargo. Se lo acompaña siempre con facturas, tortas, tortas fritas, masitas saladas, pan con manteca y dulce de leche o mermelada o cualquier otra cosa que la gente desee acompañar al mate.

El verdadero argentino suele llevarse el mate a todos lados: al picnic, a la playa, a la pileta o si vas a un parque donde suele haber asadores, porque mientras están asando el asado, los chorizo, las morcillas o las mollejas y los chinchulines, tu esposa o hija te ceba un mate y te alcanza algo para picar.

Ahora bien, les comento cómo se prepara el mate, porque mucha gente no sabe cómo prepararlo.

En un mate calabaza, de madera, de asta vacuna, caña de bambú o plata le metes la yerba mate hasta la mitad del recipiente. Luego lo sacudís poniéndole la mano en la boca del mate para que la arenilla del fondo se quede en la palma de tu mano. Le colocas la bombilla con la que vas absorber y la dejas quietita. La pava con agua, la pones a fuego corona y luego dejas hasta que esté caliente, no debe hervir o te quemas la lengua.

Tiene que estar a temperatura media o sea hasta que tu paladar lo soporte. Como ya comenté, se toma amargo, con sacarina o azúcar, saboreada o no, eso queda a vuestro gusto. Eso sí, no me muevas la bombilla, porque no se trata de una infusión, se debe quedar quietita sin moverla, solo le das pequeños sorbos con la bombilla.

Así que, ya ves, esto es un ritual, pero es el sentimiento más profundo que tiene el argentino a la hora de tomar un buen mate.