Una determinada canción, un sitio, un poema, el olor a flores o de perfumes, un escrito en una hoja o quizás una determinada comida, nos trae recuerdos a nuestra mente.

Una canción nos puede hacer pensar en la primera vez que saliste o te gustaba un chico, también la canción que se tocaba en tu primer baile.

Un sitio nos puede hacer recordar en que esa casa fue la de mis padres o abuelos y los buenos momentos que he pasado allí en mi infancia y adolescencia o quizás un lugar de playa al que fuiste con tus amigos a divertirte.

Un poema, un olor a flores o perfume te recuerde que mientras estabas en el jardín escribías algo de tu autoría y eso te hizo feliz.

Una hoja donde escribiste una receta que te agradaba o la receta de la abuela de como hacia los tallarines al pesto por ejemplo.

Como verán, el hombre o la mujer acumulan en su mente toda clase de recuerdos, pero también somos capaces de bloquear recuerdosmalos o que no deseamos recordar por malas experiencias vividas.

Sabemos que la mente humana camina a mil por hora, inclusive, cuando nos vamos a dormir, antes de dormirnos, pensamos y hasta vemos la escena de sucesos pasados, porque así es nuestra mente. Vive el tiempo pasado como si volviera a verse en el presente.

Por ahí, nos da bronca y rabia o impotencia de como actuamos en una determinada ocasión o somos felices de la manera en que hemos actuado, pudiendo resolver cosas o reviviendo una situación feliz.

Generalmente, cuando se le hace una pregunta a una mujer u hombre de cómo fue su infancia, su adolescencia o su adultez, pueden que los pensamientos los dirijan hacia lo bueno y malo, solo a lo bueno o solo a lo malo. A veces han vivido situaciones límites o de riesgo que hacen mella en su carácter y necesitan ayuda psicológica.

Es verdad, que no se puede borrar cosas que vivimos durante nuestra vida, pero tampoco podemos vivir con rencor o rabia con el mundo que nos rodea, es mucho mejor preguntarse esas situaciones angustiosas o de límites ¿para qué me han servido en la vida?, ¿qué aprendí?

Y de las hermosas experiencias que aún se recuerden, acumularlas en nuestro haber como cosas positivas que sucedieron o suceden en un momento de nuestra vida.