Carole Hughs y Samantha Smith fueron separadas al nacer.Ambas niñas fueron adoptadas por diferentes familias. A sus padres les dijeronque sus gemelas habían fallecido por complicaciones respiratorias. Solo leentregaron dos cajones pequeños para ser enterradas en el cementerio deArizona. Los padres nunca se recompusieron de esa pérdida, aunque tuvierontres hijos más.

El médico ginecológico de ese momento y dos enfermerastenían un negocio de sacarles los bebes recién nacidos a sus madres para luegocolocarlos en familias adineradas que no podían tener hijos.

Tanto la familia Hughs como la familia Smith a ambas lesdijeron que eran adoptadas, por lo que jamás fueron engañadas en ese tema. Unbuen día la señora Hughs le comentó a Carole que debía saber algo más que habíaguardado como secreto y era que tenía una hermana gemela. Mientras Samanthapensaba que solo era hija única, si pensaba que podría tener más hermanos perono una gemela.

La madre de Carole, después de haberle confesado la verdadde que había no solo adoptado y pagado por ella porque ella no podía darlehijos a su esposo, le preguntó a Carole si quería buscar a su hermana gemela.

Su búsqueda, le llevó mucho tiempo. Primero encontraron alos padres biológicos de Carole que seguían viviendo en Arizona, pues a travésde una llamada después de treinta años atendía la madre biológica, tal fue laemoción que no daba crédito a lo que estaba sucediendo, al cortar la llamada,le explica a su esposo lo sucedido.

Tal fue la alegría de los padres biológicosque viajaron al otro día hasta New York donde residía Carole con sus padresadoptivos. El encuentro fue muy emotivo, charlaron por varias horas. Perofaltaba la otra parte del rompecabezas.

Gracias a un investigador privado, pudieron localizar aSamantha y a sus padres en Washington.

Previamente hablaron por teléfono paracomunicarse y poder realizar el encuentro. Tanto los padres biológicos, sus treshermanos y la familia de Carole fueron al encuentro de Samantha para completareste rompecabezas que había comenzado hace treinta años. Tanto fue la alegríaque estas tres familias, que decidieron comprar una mansión para que las tresfamilias pudieran vivir toda junta y no volverse a separar jamás.