Hay momentos en la vida en los cuales sabemos que queremos o tenemos que cambiar, se hace una necesidad, una prioridad para poder seguir adelante. ¡No te estreses!, no vale la pena preocuparse. Aprender a dirigir nuestros esfuerzos hacia lo que en verdad se puede resolver no es tarea fácil. Existen dos tipos de problemas, los que tienen solución y los que no. Entonces el foco seria tratar de resolver los que si la tienen. ¿Para qué estresarte con los que no la tienen? No podemos evitarlo, llevamos una vida agitada, el estrés, las preocupaciones y la angustia nos persiguen.

Detenerse en medio del vértigo, donde sentís que estás en el límite, donde comenzamos a preguntarnos ¿Vivir o sobrevivir? Todas las personas tenemos la capacidad y el tiempo para detenernos un instante, aunque parezca imposible, para evaluar los pasos a seguir, analizar alternativas posibles y revisar si estamos realizando las acciones correctas o no. Considerar la importancia de tomarte un tiempo solo para vos, ya habla de un cambio, de una nueva meta. Para muchos de nosotros se nos hace muy difícil asignarnos la prioridad que nos merecemos y el tiempo. Por distintas causas como el trabajo, el hogar, la Familia, los hijos, las ocupaciones, el estudio, los amigos, las actividades fuera de casa, las salidas y programas, el tránsito, un correo sin respuesta, el dinero, los compañeros de trabajo, trámites.

Todo conspira para que pensemos que no tenemos ni un minuto de tiempo libre para nosotros mismos. ¿Cuánto tiempo te has podido dedicar a vos en el día de hoy, ayer, la semana pasada? Seguramente muy poco, ya que debemos ocuparnos y resolver incontables actividades, tareas, problemas y terminamos postergándonos a nosotros mismos.

¿Las ocupaciones son una excusa? Desde que nos despertamos estamos ocupándonos de todo. Ya que el mundo reclama nuestra atención. Y es una excusa perfecta para postergar nuestro propio encuentro con nosotros mismos. ¿Cómo podemos hacer para tomarnos ese tiempo? Reservarnos un tiempo para nosotros ya sea cinco minutos o algunas horas el fin de semana, a la mañana cuando nos despertamos o en algún momento del día que puedas dedicarte a vos.

¡Priorizar nuestro bienestar! ¡La flexibilidad en nuestras vidas! De vez en cuando romper con la rutina es fascinante. Disfrutar de lo que más nos gusta en ese tiempo dedicado a nosotros, puede ser salir a caminar, la lectura de un libro, escuchar música, encender una vela aromática, darte un baño de inmersión, un rico desayuno para iniciar el día con una sonrisa, pasear, hay infinidad de situaciones y momentos que podemos regalarnos a diario que nos afectará de forma positiva en nuestras tareas cotidianas y nos permitirá analizar con claridad las situaciones o conflictos para encontrar alternativas o diferentes caminos que antes no habíamos tomado en cuenta. Vale la pena entonces poder hacer un alto en el camino y mejorar sustancialmente nuestra calidad de vida, yo creo que si.