En un giro salido de una vieja película de gánster, dos de los hijos del director Alfredo Bendini de la Escuela Emilio Civit de Maipú, han sido denunciados públicamente por el profesor Dionisio Salas Astorga por “amenazas y hostigamiento a través de la red social Facebook”. Se trata de Luis Diego Bendini y de Eugenia Bendini. El primero posteó “en cualquier momento voy a ir a hablar con vos, me pasas tu Tel. y nos juntamos?” y a continuación: “espero vos no te pongas senil cdo te vea…”. El veterano director Alfredo Bendini, fue denunciado tanto en Supervisión Técnica como por otros medios por un grupo de docentes de la escuela Emilio Civit, testigos de la agresión a Salas Astorga, y hartas de que esto se reitere.

Según declaraciones del profesor Astorga a su muro han empezado a subir opiniones agresivas y descalificadoras de supuestos exalumnos de la escuela Civit. En esas adhesiones, reconocen que “la disciplina” y “el orden” son los grandes aportes que Bendini les dio a sus vidas. Lo insólito para Astorga es que la familia del director acusado se haya sumado a estas amenazas advirtiéndole que lo irán a buscar en cualquier momento, que debería hacer sindicalismo en su país (en referencia a que Astorga es delegado de la escuela y nacido en Chile), asumiendo que esta es una campaña para desprestigiar a un hombre “reconocido” por la comunidad.

En palabras de Salas Astorga, ya radicada esta nueva denuncia por amenazas, no le sorprende que algunos padres le hayan informado que a sus hijos, alumnos de Astorga, les estén pidiendo carpetas para revisar tareas de lengua, que incluso una docente (ya denunciada en las actas), invitó un domingo a los chicos a su casa para hablar “del problema del profesor Salas Astorga y defender al director”.

Se trataría de una manera de desacreditar al docente ante los padres y así tapar los verdaderos problemas de la escuela, que tiene una extensa lista de denuncias por maltrato del directivo, discriminación, ofensas públicas, entre otras.

Esta comedia de mal gusto empezó el jueves 4 de abril, como informara MDZ, cuando el docente Dionisio Salas Astorga ingresó a la escuela Civit donde es profesor titular de Lengua y Literatura desde hace varios años. Allí y en plena formación de entrada, el Ing. Bendini lo increpó sarcásticamente preguntándole si él era delegado y delegado de qué y que por ser delegado hacía lo que quería.

Despejado el patio, el docente buscó al director para aclararle los hechos, pero Bendini no aceptó ir a su oficina y lo invitó a salir a la calle a “hablar como hombres”. Con la presencia de eventuales testigos el ingeniero volvió a acusarlo de sindicalista y puso fin a la discusión gritándole “chileno hijo de puta por qué no te volvés a tu país”.

Consultado prontamente por MDZ, quienes publicaron los hechos denunciados en la misma mañana del jueves, el director de la Civit negó las afirmaciones de las docentes que fueron testigos y a además enfatizó “no recordar nada de nada” sobre sus expresiones xenófobas y discriminatorias. Este conflicto institucional aparentemente sin importancia tal vez está poniendo en evidencia la crisis profunda que vive nuestra educación y en un momento en que los docentes se sienten vulnerados en sus derechos por parte del Estado, sería prudente que estás denuncias de arbitrariedad y totalitarismos recibieran justicia.