La corte suprema de Israel permitirá que cientos de familias beduinas de la aldea Umm Al Hiran ubicada en Israel a 100km de Cisjordania, sean desplazadas,  ya que el nuevo Gobierno que se formo recientemente, conformado por partidos de derecha y ultraortodoxos, ha decidido que construirá en ese terreno casas para judíos sionistas. Así, una vez más nos encontramos con la cara más cruel de un país que se jacta de hacer valer los derechos de cada uno de sus habitantes, que niega discriminar a los árabes que habitan en sus territorios, y que tiene una excusa para cada crimen de guerra.  Mientras aumenta el número de demoliciones, aumenta también el numero de asentamientos ilegales en tierras palestinas.

El desplazamiento forzado y la destrucción de casas es una práctica ilegal internacionalmente, sin embargo las autoridades israelíes desalojan día tras día a cientos de familias árabes de sus hogares, dejándolas sin refugio.

Según las autoridades israelíes muchas veces destruyen las casa de palestinos como castigo por atentar contra ciudadanos israelíes, en lugar de castigar de manera individual a la persona que atento contra la integridad de Israel, toda la familia debe pagar, una medida que carece de lógica y es bastante injusta . Ademas es discriminatoria, ya que no ocurre lo mismo cuando los palestinos son agredidos. 

 Según la corte de Israelí, la mayoría de las demoliciones se realizan por que son casas que están en tierras que pertenecen al estado y han sido construidas "ilegalmente" y justifican que hasta que no encuentran otra comunidad o aldea donde ubicarlos, son "incapaces" de despojarlos, pero en la mayoría de los casos esto no aplica . Aunque los palestinos pueden apelar y obtener permisos legales para poder permanecer en sus casas, o construir, estos permisos son otorgados según cifras oficiales a 2 de 500 familias. Por esta misma razón las familias palestinas se ven obligadas a construir ilegalmente, porque de cualquier manera saben que es casi imposible obtener una autorización.

El primer ministro Benjamin Netanyahu muy lejos de oponerse a las demoliciones que internacionalmente  son vistas como crímenes de guerra, continua apoyandolas e incluso el 18 de noviembre del año pasado expreso públicamente, que serian demolidas las casas de dos personas a las cuales se refirió como "animales humanos" por haber según sus palabras atacado a Israel . Desde 1967 hasta la actualidad han sido destruidas más de 24.000 casa pertenecientes a palestinos, sin tener en cuenta las que han sido destruidas como resultado de operaciones militares como invasiones a la franja de Gaza y Cisjordania. Actualmente, Israel ocupa un 85% de lo que originalmente era Palestina.

Las autoridades de Israel planean ubicar a los beduinos que quedaran sin techo tras las demoliciónes, a una aldea vecina muy pobre llamada Hura, en la cual sus habitantes se niegan a que lleguen a vivir allí más personas dado que no hay espacio para ellos debido al hacinamiento, mucho menos para mas inquilinos. Es el drama de muchas  personas que cada día ven más lejano la posibilidad de hacer valer sus derechos, con algo tan simple como vivir en una casa, sin miedo a ser desalojados y sin tener a donde ir.