La fiscalía federal de Alemania cerró hoy la investigación que se estaba llevando a cabo a causa del presunto espionaje por parte de la Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés) contra la canciller alemana, Angela Merkel.

La oficina de fiscales en Karlsruhe (al suroeste de Alemania), explicó en un comunicado que "las acusaciones realizadas no se sostendrían en un juicio con los medios disponibles para procedimientos delictivos" y señaló que "las vagas declaraciones de funcionarios de Estados Unidos sobre una supuesta vigilancia desde la inteligencia estadounidense al teléfono móvil de la canciller son evidencia insuficiente".

Las sospechas sobre las presentas escuchas ilegales que Estados Unidos practicaba al teléfono de Merkel surgieron a partir de las filtraciones de Edward Snowden, ex contratista de la NSA, que dejaron en jaque las relaciones diplomáticas entre la Casa Blanca y el Gobierno alemán. Por su parte, ante el pedido de explicaciones de la canciller, Barack Obama había manifestado que nunca estuvo en los planes de la Casa Blanca espiar sus comunicaciones.

No obstante las declaraciones provenientes desde Washington, el fiscal federal alemán, Harald Range, había iniciado en junio del año pasado la investigación, tomando como base un documento publicado por la prensa que fue interpretado como demostración del espionaje.

Sin embargo, seis meses más tarde, reconoció que la pesquisa no mostraba resultados concretos y que las pruebas y documentos revelados por el exagente Snowden eran insuficientes.

Por su parte, el portavoz del gobierno alemán, Steffen Seibert, no realizó comentarios hoy sobre el cierre de la investigación, aunque aclaró que la decisión es "responsabilidad del fiscal general y no es tarea del gobierno comentar al respecto".

Pese a no llegar a buen puerto en este proceso, el país europeo continuará investigando el robo masivo de información sobre ciudadanos alemanes, según los documentos revelados por el propio Snowden.