En medio de un clima de tensión social, se celebrarán las elecciones federales en el país del norte. Diversas entidades de trabajadores y estudiantes llevan a cabo protestas en muchos lugares del territorio nacional. Esto responde a una llamada general a boicotear el proceso electoral, ya que consideran que todos los candidatos están relacionados con el crimen organizado.

Los comicios se llevarán a cabo el 7 de junio. Ante esta perspectiva, las protestas que realizan los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos en septiembre del año pasado, tienen como objetivo impedir que en el municipio de Iguala se elijan autoridades.

Los padres de los alumnos denuncian que los funcionarios, junto con la policía local, están aliados con los narcotraficantes que secuestraron a los adolecentes. En medio de este conflicto se dio a conocer la noticia de que nuevos estudiantes han sido detenidos por las autoridades.

A este panorama debe sumarse las manifestaciones realizadas por los agremiados al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, quienes cortaron rutas,tomaron estaciones de venta de combustible y el aeropuerto de Oaxaca. Los docentes realizan un paro por tiempo indefinido, demandan que la Secretaria de Educación Pública (SEP) impida la aceptación de la Evaluación del Desempeño Docente. Si se realiza esta prueba de rendimiento a los maestros ,los que no cumplan con lo establecido podrán ser despedidos de inmediato.

Además de las intensas protestas sociales, se produjo el asesinato de Miguel Ángel Luna, un candidato a diputado federal por el Partido de la Revolución Democrática (PRD). El hombre fue baleado en su casa. Las autoridades niegan que este crimen esté relacionado con la elecciones próximas. Pero no es el único aspirante al poder víctima de un homicidio: en lo que va del año 9 personas relacionadas con el proceso electoral murieron de forma violenta.

A pesar del caos político, el presidente Enrique Peña Nieto aseguró que el proceso sigue en pie. El Instituto Nacional Electoral (INE) prepara un inmenso operativo de seguridad en los lugares en que los conflictos son más intensos.