En Estados Unidos, 1,6 millones de personas no cuentan con algunos de los elementos de saneamiento básico en sus hogares: inodoro, bañera, ducha o agua corriente. La encuesta, que es independiente al censo que se hace cada diez años, surge de un cuestionario obligatorio que cada año les llega más de tres millones de americanos recogidos aleatoriamente para indagar sobre su situación socio económica y laboral.

Según el censo, son los que habitan en comunidades rurales o indígenas los que no poseen inodoros en sus viviendas, sólo letrinas en la parte exterior de la misma.

Resulta sorprendente que en Estados Unidos, un país del primer mundo, millones de personas vivan sin los elementos que hacen a la satisfacción de necesidades básicas y sin los elementos de higiene y salubridad que se precisan para llevar adelante una calidad de vida digna. La Oficina de Censo encargada de llevar adelante la encuesta, asegura que preguntarse sobre los servicios que cuentan los hogares serviría para designar las subvenciones y programas correspondientes para que las personas puedan acceder a un saneamiento seguro y decente en sus viviendas.

Esta situación contrasta con los millones de americanos que, gracias al gran nivel riqueza y, por consiguiente, de consumo -motivado por la publicidad, el marketing, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación-, puedan acceder a un estilo de vida por encima de la media.

Para muchas de las sociedades altamente industrializadas y desarrolladas, como Estados Unidos, vivir es consumir por lo que una nueva escala de valores se erige en el horizonte como consecuencia de la abundancia de bienes, su adquisición desmedida, y la búsqueda del máximo placer y bienestar.

¿Qué lectura se puede hacer al respecto?

¿Cómo puede pensarse esta polarización que se vive en el siglo XXI que, frente a la abundancia y la riqueza, otros miles vivan en la extrema pobreza sin poder acceder a la satisfacción de las necesidades mínimas? Un debate que interpela y que no solamente sucede en Estados Unidos, sino también en muchos países de América Latina.