En Yulin, China, uno de los platos tradicionales con los que celebran el comienzo del verano es estofado de perro aderezado con jengibre, ajo, hinojo y laurel. El festejo se realiza en plena calle, las cuales se llenan de pequeños puestecitos donde venden los platos tradicionales. Año tras año se repite la cría, captura y matanza de perros a los cuales se mantiene en jaulas o simplemente atados al respectivo puesto de comida.

Comer carne de perro o gato es una práctica ampliamente aceptada en China aunque no lo hacen en todas las regiones. Los pobladores de Yulin se aferran a sus tradiciones y consideran que el movimiento contra consumir carne de perro se sostiene en una moral hipócrita.

Dicen que no hay diferencia entre consumir carne de perro a consumir carne de vaca, sagrada en la India, cobayos en Latino América, pavos en Estados Unidos o mismo perros en Korea.

Los habitantes de la ciudad sostiene que los perros que se consumen en el festival son especialmente criados para este fin aunque los activistas por los derechos de los Animales mantienen que muchos de estos son callejeros o, incluso, canes domésticos robadas de las inmediaciones de la ciudad. Los sabuesos son de raza, mestizos o los que algunos en Argentina llamamos "perro perro" y sus edades van desde cachorros muy pequeños hasta caninos adultos.

Este año el evento tomo mayor fama de lo habitual gracias a la difusión de activistas en las redes sociales, lo que causo que varios periódicos alrededor del mundo informarán sobre la tradición China.

El reclamo por el mejor amigo del hombre también se hizo sentir en Twitter y Facebook. Cientos re-twittearon el hashtag #StopYulin2015, incluyendo celebridades como la modelo Gisel Bündchen y la cantante Miley Cyrus, y el Facebook "Stop Yulin Dog and Cat Meat Festival 2015" sumo más de noventa mil seguidores.

Habitantes de otras ciudades de China también expusieron su oposición a la tradición en redes sociales y, durante los tres días de la celebración del solsticio, hubo varias protestas en la localidad organizadas por grupos de protección animal.

La mayoría de los participantes en las protestas fueron ciudadanos chinos de otras regiones a los que se unieron activistas que viajaron a Yulin desde otros países.

Aun así los proteccionistas de los animales dicen que el mayor foco de oposición lo constituyen los pobladores de la propia ciudad de Yulin. Yu Ping, habitante de Yulin y profesor de preescolar, le dijo al New York Times: " Siento que los activistas estarían hacienda un mejor uso de su tiempo si se ocuparán de problemas como la falta de agua en el mundo o los secuestros a niños en vez de hacer las cosas más complicadas aquí".

Las imágenes del suceso son devastadoras. Aparte de los retratos de los canes hacinados unos encima de otros en pequeñas jaulas, se encuentran fotos de perros lamiendo a los humanos que pronto los desollarán y hervirán vivos entre otras formas de disponer de ellos. Muchos diarios también mostraron fotografías de los cadáveres ya cocinados expuestos uno al lado del otro en los puestos o colgados a lo alto por ganchos que atraviesan su mandíbula.

En el 2011, gracias a la presión de la opinión pública, en Jinhua, provincia de ZheJiang, China, [VIDEO] se canceló un festival en el que el plato principal también era la carne de perro. La aceptación del cambio fue rápida y el año pasado los habitantes de Jinhua transformaron el evento en un festival folclórico que incluye un concurso de "belleza y talento perruno". Esperemos que el caso se pueda repetir en Yulin.