Según el informe publicado hoy en Ginebra, Suiza, por una comisión conformada por investigadores independientes, Israel y los grupos armados palestinos -principalmente Hamas- cometieron acciones que pueden llegar a considerarse como crímenes de guerra, durante el conflicto bélico en la Franja de Gaza entre julio y agosto de 2014.

Los investigadores, liderados por la estadounidense McGowan Davis, solicitaron a Israel que de explicaciones sobre la elección de sus objetivos y los ataques en zonas altamente pobladas. Por otra parte la comisión condenó la ejecución, a manos de militantes de Gaza, de supuestos espías o colaboradores palestinos con Israel.

"La comisión fue capaz de reunir información sustancial que apunta a graves violaciones de la ley internacional humanitaria y de la ley internacional de los derechos humanos por parte de Israel y de los grupos armados palestinos. En algunos casos, estas violaciones podrían equivaler a crímenes de guerra" menciona el documento solicitado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. El principal foco está puesto en los ataques que ambos bandos realizaron sobre zonas densamente pobladas.

Benjamín Netanhayu, primer ministro de Israel, se defendió diciendo que su país no cometió crímenes de guerra, sino que solo "se defiende por sí mismo frente a organizaciones terroristas que pretenden destruirlo" y calificó el documento de sesgado y parcial; y su ministro de Relaciones Exteriores expresó que Es lamentable que no se reconozcan las profundas diferencias entre el comportamiento moral de Israel (…) y las organizaciones terroristas a las que se enfrentó".

Por su parte, Hamas negó las irregularidades y celebró el documento de la ONU.

El conflicto, originado por la ocupación de Gaza y Cisjordania por parte de Israel, duró poco menos de dos meses, entre julio y agosto de 2014. Los bombardeos dejaron un saldo de aproximadamente 2.200 palestinos -la mitad de ellas, civiles y un tercio, niños- y cerca de 60 soldados de las fuerzas de Israel.