"Cuando Egipto pase a manos del Califato, no habrá más pirámides, más Esfínge, no más idolatría. Será justo". Fueron las palabras del activista del activista musulmán británico, Anjem Choudary. En la Península de Sinaí, los jihadistas lanzan ataques de una forma coordinada, como se dice no se ha visto antes en las formas del Estado islámico. Las milicias egipcias lanzan sendos ataques aéreos y recorren 'casa por casa'.

Alrededor del mundo se especula que estamos en presencia de un conflicto similar al Irak o Síria.  

Desde la llamada 'Primavera Árabe' (que acabó con el régimen de 30 años de Hosni Mubarak) Egipto paulatinamente se ha deslizado hacía el caos.

Cabe destacar que ayer se cumplía el 2do aniversario del golpe de Estado que derrocó al presidente electo Mohammed Morsi.

Cabe recordar también que el 29 de junio moría el fiscal general Hisham Barakat producto de las heridas que le causó el ataque con una bomba a la caravana en la que se movilizaba en el noroeste de El Cairo. Acto seguido el presidente Abdelfatah Al-Sisi aboga por leyes antiterroristas más estrictas. Al-Sisi tomó el poder el 8 de junio de 2014, y fue quien encabezó el golpe de 2013 a Morsi.

Los Hermanos Musulmanes llamaron a una rebelión, después de que nueve de sus miembros fueran asesinados por grupo de Fuerzas Especiales del ejercito egipcio. El miércoles los extremistas realizaron ataques (suicidas incluidos) a la estación principal de Policía en Sheik Zuweid, en una batalla que duró todo el día.

El saldo: 17 soldados muertos y más de 100 militantes del Estado Islámico abatidos.

El legado Cultural en 'Jaque'

Para el EI el legado la actitud de idolatría hacia los monumentos es obsceno. El predicador kuwatí Ibrahim Al Kandari sostuvo en diálogo con el medio Al Watan que aunque "los primeros musulmanes seguidores de Mahoma no destruyeron los monumentos de los Faraones, no significa que no podríamos empezar ahora".

También tildó de irrelevante el hecho de que los monumentos en su mayoría 'no sean religiosos'.

Para el líder del EI, Abu Bakr al-Baghdadi, la destrucción de los monumentos es un "deber religioso". Para recordar ataques  contra los patrimonios arqueológicos por parte de los extremistas, podemos citar: Irak (en el museo de Mosul y a monumentos funerarios de Nínive), Malí (Tombuctú: en 2012 fueron destruidos mausoleos musulmanes declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco), o también Afganistán (Valle De Bamiyán: en 2001 los Talibanes volaron estatuas esculpidas en piedra de Buda, que databan de entre los siglos II y V, DC.)