Galip (5) y Aylan (3) Kurdi, junto a sus padres, Rehan y Abdullah, y otras once personas, subieron a un bote con capacidad máxima para cuatro, con el objetivo de viajar desde Turquía hasta Grecia para tener una vida alejada del horror de la guerra y las atrocidades cometidas por la organización terrorista 'Estado Islámico' en Siria, su nación natal. No navegaron mucho en el mar cuando la embarcación naufragó y de esa familia, sólo Abdullah, el padre salió con vida.

“Mi esposa y mis dos hijos están muertos”, le confirmó, aterrorizado, Abdullah a su cuñada, que había empezado ya a hacer correr el rumor entre la familia cuyos integrantes están en distintas partes del mundo.

Ahora, Abdullah, lo único que quiere es refgresar a la ciudad de Kobane, en Siria, para darle sepultura a los cuerpos de sus seres queridos que murieron, según señaló su hermana Tima en entrevista con el diario canadiense, 'National Post', diario quien los esperaba en Canadá, país que decidió rechazarles el pedido de asilo en junio, argumentando problemas con la documentación.

Tima explicó que desde allí hicieron todo lo que estuvo a su alcance para poder gestionar el ingreso al país pero de todas maneras no fue suficiente y debieron tomar la trágica decisión de escapar en bote.

Las tristísimas fotografías del rescatista llevando en sus manos al cuerpo de Aylan, que fue llevado por las olas a una playa de Turquía conmovieron al planeta y pusieron en las portadas de los principales periódicos del mundo la crisis que miles de individuos y familias atraviesan en el intento de escapar de las atrocidades cometidas por 'Estado Islámico'.

Para el diario español 'El Mundo', la imagen se convirtió en parte de lo que llamó “el álbum migratorio de la infamia”. 'El Periódico', otro diario español, por su parte señaló que es una imagen que revela que Europa se encuentra en un naufragio. Según el diario británico 'The Guardian', la triste foto da a conocer el inmenso horror y la situación dramática que actualmente se vive en las costas de Europa.