Lidiane Leite, de 25 años de edad era alcaldesa de la ciudad brasileña de Bom Jardim, en el estado de Maranhão y se dio a la fuga, tras varias denuncias de corrupción.

La joven era conocida por sus ‘selfies’ en las redes sociales, en las que posaba ostentando una vida de lujo y excentricidades. En la actualidad, se encuentra involucrada en un escándalo por corrupción, en el que se la acusa de malversación de fondos públicos y de gobernar el municipio a través de WhatsApp.

Los actos ilícitos de Leite, fueron descubiertos por medio de una operación de investigación denominada Edén, la Policía Federal acusó a la joven de desviar alrededor de un millón y medio de euros, destinados a brindar mejoras en la escolarización de la localidad de Bom Jardim.

En consecuencia, tras la acusación, Leite se escapó de la ciudad la semana pasada y nada se conoce acerca de su paradero. El juez estatal que entiende en la causa, dispuso que si la ex alcaldesa no se entrega en el día de hoy, emitirá una orden de captura internacional.

Por su parte, los fiscales que investigan a la ex funcionaria, indicaron que otra de las acusaciones que pesa sobre ella, es que gobernaba el municipio desde su teléfono móvil.

A los efectos, Leite se había trasladado a vivir a la capital del estado, Sao Luis de Maranhao, situada a unos 275 kilómetros de la localidad de Bom Jardim. Con lo cual, el único contacto que tenía con la población era a través de WhatsApp, medio que también utilizaba diariamente para dirigir a su gabinete.

Asimismo, además de la acusación por desviar fondos destinados a la construcción de trece escuelas públicas, Leite también habría engañado a 16 agricultores, a quienes había prometido pagarles 5000 euros por año y no cumplió. El poblado, que presidía la joven, es de 40.000 habitantes y cuenta con una renta media de ‘193 reales por persona’, que equivaldría a unos 50 euros.

La ex mandataria había alcanzado el cargo accidentalmente, ya que el candidato original al puesto era su novio, Beto Rocha, quien no pudo presentarse a las elecciones porque el tribunal electoral se lo prohibió, por sospechas de corrupción, un día antes de que se iniciaran los comicios. Leite se presentó en lugar de su novio y se impuso en las urnas, luego lo nombró asesor principal.

Vale decir que la joven, que presumía una vida colmada de lujos y extravagancias, había crecido en el seno de una familia humilde, cuya principal actividad era la venta de leche en las regiones aledañas a su casa de la infancia.

Cabe destacar, que la Policía Federal comunicó el nombre de Lidiane Leite a Interpol, que tomó el control de la búsqueda y pidió la colaboración de los ciudadanos para hallar y detener a la joven. Asimismo, el organismo advirtió que aquellas personas que “colaboren escondiéndola” serán acusados de complicidad y de participación en una “organización criminal”.