Un incendio voraz se desató en la disco "Colectiv" de Bucarest, capital de Rumania, donde una banda de rock local llamada "Goodbye gravity" estaba dando un concierto a jóvenes que habían elegido ese lugar para festejar Halloween, el viernes 30 de octubre

Alrededor de las 22hs (hora rumana). Aunque no están confirmadas las causas del siniestro, sí se sabe que la catástrofe se inició por fuegos artificiales dentro del local, sólo había una salida de emergencia y la otra salida estaba bloqueada. Las consecuencias fueron nefastas: al menos 29 personas fallecieron y hay más de 180 heridos graves, algunos con su cuerpo quemado en más de un 70% de su piel.

El presidente de Rumania, Klaus Iohannis, decretó 3 días de duelo nacional en memoria de las víctimas fatales del trágico hecho. Autoridades del gobierno de la capital rumana están investigando si el local tenía todas las habilitaciones en regla, ya que los medios de comunicación de aquel país ponen en duda la legalidad de esa disco. El Jefe de Estado también publicó en su cuenta de Facebook: ”Estoy conmocionado, mi dolor es profundo. Es un momento muy triste para nuestra nación".

Alain Panduro, testigo del siniestro, relató al portal de noticias Hotnews: "El fuego se propagó en un lapso de 30 segundos. La gente no lograba salir de la discoteca porque sólo había una puerta de salida abierta, y se produjo inmediatamente una estampida".

Otro testigo afirmó al canal de televisión local Antena 3 lo siguiente:"La gente se desmayaba a causa del humo. Era un caos total, la gente se pisoteaba". Mientras muchas personas sufrieron heridas al ser pisadas y empujadas por otras, algunas víctimas se intoxicaron al inhalar monóxido de carbono.

Lamentablemente esta desgracia es muy semejante a una que vivió nuestro país: la tragedia de Cromañón, ocurrida el 30 de diciembre de 2004, en el que murieron 194 jóvenes y dejó cientos de heridos, ambos sucesos tienen en común la falta de control del gobierno sobre los locales comerciales y así dejan vulnerables a sus ciudadanos.