El hecho tuvo lugar en la ciudad alemana de Mannheim, donde una integrante del personal de mantenimiento, arrojó a la basura gran parte de una instalación artística, cuya autora es la artista plástica romana, Menze-Kuhn.

La exposición se denomina “Vivienda 6/2016" y estaba situada en una iglesia evangélica llamada Philippuskirche, en Alemania. El sentido de la obra de Arte, según la autora, era reflejar la situación crítica por la que atraviesan los refugiados y la escasez de medios que tienen para subsistir.

La creación estaba compuesta por múltiples capas térmicas rugosas, similares a láminas de papel de aluminio, distribuidas por el piso de la capilla.

La encargada de limpieza de la institución no identificó que se trataba de una obra de arte y las arrojó al recipiente de los residuos.

En este sentido, según el periódico español ABC, el párroco Gerd Frey-Seufert, a cargo de la iglesia, advirtió que la empleada no procedió con ninguna intención maliciosa y que sólo pensó que estaba haciendo lo correcto, en función de sus tareas; con lo cual excluyó que pudiera tratarse de un acto xenófobo.

Por su parte, la artista plástica manifestó su enojo al explicar que no puede comprender cómo sucedió tal intromisión y calificó el accionar de la asistente de limpieza como una “falta de respeto”. Asimismo, Kuhn describió que en un primer instante, quedó sorprendida y paralizada ante el destrozo de su obra y pensó que no podría reconstruirla; pero finalmente pudo reparar la producción e incluso le agregó un ‘container’ de residuos, como parte de la instalación.

En tanto, las autoridades de la iglesia se responsabilizaron por los gastos que ocasionó la destrucción de la obra artística, pero no sancionaron a la trabajadora por la equivocación.

Cabe destacar, que el hecho no es el primero de estas características ocurrido en Alemania, por parte de trabajadores del servicio de limpieza.

En efecto, una obra del artista plástico, Martin Kippenberger, titulada "Cuando empieza a gotear el techo"; fue objeto de daños por parte de un asesor de mantenimiento, en el 2011. Un Accidente similar, sucedió a fines del 2010, cuando un turista resbaló y cayó en el interior de una instalación, creada por Otto Piene, llamada “El espíritu de la luz”.