El encuentro tuvo lugar hoy en la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Nueva York y contó con la presencia de los jefes de Estado de 171 países, quienes debatieron sobre el cambio climático y las claves para combatir el calentamiento global.

El tratado constituye un récord a nivel mundial, según advirtieron los mandatarios, ya que es la primera vez que un número de países tan amplio logra firmar un acuerdo en el transcurso de 24 horas.

La firma del Acuerdo de París, se llevó a cabo precisamente en el Día Mundial de la Tierra y tuvo como eje central, postular las acciones principales que desarrollará cada país en la protección del planeta.

El debate y la firma del tratado, son un paso inicial para la concreción de las medidas acordadas; ya que, posteriormente, el convenio debe ser ratificado en base a las normas nacionales (voto en el Parlamento, decreto, etc).

En efecto, para que el pacto tenga vigencia oficial, debe contar con la ratificación de "55 países, que representen el 55 por ciento" de las emisiones a nivel global de gases de efecto invernadero (GEI).

En este sentido, según La Gaceta, los líderes integrantes del acuerdo, avalarán las obligaciones asumidas en diciembre de 2015, durante la Conferencia de las Partes (COP21), en la que un total de 195 países se comprometieron a efectuar acciones concretas, orientadas a mitigar y minimizar los gases de efecto invernadero y potenciar la descarbonización de las economías nacionales.

En el marco de la lucha global sobre el clima, se han producido algunos resultados favorables en los últimos años; por ejemplo, de acuerdo con Ámbito Financiero: durante el 2015, las energías renovables obtuvieron “un crecimiento récord de +8%”; las inversiones de los grandes grupos económicos petroleros (Ártico, offshore) han disminuido, debido al precio bajo de este recurso natural no renovable y las industrias del carbón no están bien.

Sin embargo, los requerimientos de infraestructura energética presentan una gran relevancia y en algunos países como Indonesia, Turquía e India, planifican la instalación de cientos de centrales térmicas de carbón.

Vale decir, que si bien dichas instalaciones han mejorado su rendimiento y reducido la cantidad de gases que vierten a la atmósfera; continúan siendo las principales fuentes de dióxido de carbono, óxidos de nitrógeno y dióxido de azufre.

En este proceso, afectan profundamente al medio ambiente, ya que durante la combustión del carbón generan agua de refrigeración que es derramada en los ríos a temperaturas elevadas; cenizas residuales de combustión; y humo cargado de dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno y partículas en suspensión.

A los efectos, los presidentes de las naciones firmantes del Acuerdo de París, han mostrado su interés común en revertir las condiciones ambientales negativas de las economías globales. Es el caso de Francois Hollande, presidente de Francia, quien durante la convención de este viernes, hizo un llamado a los integrantes de la Unión Europea (UE) para que este año ratifiquen el acuerdo.

Asimismo, entre otros jefes de Estado, se destacaron el presidente de Perú, Ollanta Humala, quien representó a América Latina como primer orador, y festejó “el triunfo de la solidaridad y el diálogo”.

Un tanto más reticente, se mostró el presidente de Bolivia, Evo Morales, quien describió la cumbre como “un paso importante pero no suficiente para salvar la madre Tierra" y pidió defender “los derechos de la naturaleza”.