Michelle Obama (52) se despide como Primera Dama de Estados Unidos, concediendo varias entrevistas a los medios de comunicación de ese país. Es costumbre para la revista Vogue otorgarle la portada a la esposa del presidente electo. El pasado 8 de noviembre Donald Trump (70) ganó las elecciones presidenciales, por lo tanto correspondía que la tapa de esa publicación fuera protagonizada por Melania Trump (46), su esposa. Como Vogue apoyó a los democrátas, prefirieron darle la portada a la actual primera dama.

La célebre revista de moda no está de acuerdo con la forma de pensar de Trump, por eso sintieron que su esposa no podía protagonizar la tapa de esa publicación.

Michelle además de ser portada, dio una entrevista donde describió su papel en la Casa Blanca. Dijo que se sintió muy libre y que realizar las tareas solidarias le causaron mucho placer. Ella podría haberse quedado en su casa sin hacer nada, pero ese no es su estilo. Michelle no buscó ser primera dama, pero ejerció ese papel con mucha gracia.

La esposa de Barack Obama (55) también dio un reportaje a su amiga, la comunicadora Oprah Winfrey (62), quien la recibió en la Casa Blanca y le confesó lo triste que estaba por el triunfo de Trump. Recordó que el empresario no tiene el temperamento necesario para ejercer ese papel, ya que se necesita nervios de acero para ser jefe de estado de ese país.

Aunque le gustó ser primera dama, Michelle está aliviada de volver a su 'vida normal' luego del 20 de enero cuando Trump asuma el poder.

En el último saludo navideño de la pareja presidencial, los Obama desearon felicidad a todos los estadounidenses por igual, sin importar su origen. Este fue un claro mensaje contrastante con Trump, quien siempre busca dividir a los norteamericanos.

Resaltaron que su país mejoró en muchos aspectos, aunque todavía hay trabajo por hacer y ellos están dispuestos a colaborar. La pareja está de vacaciones en Hawai, donde nació el mandatario, disfrutando un merecido descanso, antes de dejar la presidencia.