Desde el 8 de febrero de este año, la casa ubicada en el barrio Los Alerces de la localidad sureña de Puerto Montt en Chile, está habitada por fantasmas. Objetos que vuelan, incendios espontáneos, espejos rotos y presencias paranormales se volvieron habituales para la familia que reside en la calle Esperanza 3322. El caso conmocionó primero a Puerto Montt, después a todo Chile y luego el tema tomó trascendencia internacional. La casa embrujada ahora recibe visitas de parapsicólogos, periodistas y curiosos.

Así empezó todo

El 8 de febrero la familia recibió en la puerta de su casa un bolsa de excrementos, hasta ese día llevaban una vida normal.

Esoteristas explicaron que brujos malignos envían materia fecal a una vivienda para causar desgracias a sus moradores. La familia se siente confundida porque afima no tener enemigos ni riquezas que puedan generar envidia. Otros reponsabilizan al sobrino de la dueña de casa, Diego Almonacid (17), quien podría tener poderes telepáticos, es decir que mueve objetos gracias a su mente.

Consecuencias

Como los sacerdotes que fueron a exorcizar la casa y los parapsicólogos que fueron a investigar el fenómeno no lograron solucionar el problema, la familia entera se fue a vivir a una casa prestada por la municipalidad de Puerto Montt hasta que se resuelva el misterio. La vivienda quedó bajo vigilancia policial permanente y el conflicto está lejos de resolverse.

Está toda rota por dentro y los objetos siguen volando como si nada. Se llegó a pensar que todo esto es un fraude y que la familia inventó todo esto para hacerse famosa.

Las víctimas responden que ser populares no estaban en sus planes y muchísimo menos, la forma que alcanzaron ese 'reconocimiento'. Los esoteristas dicen que si bien la casa está habitada por almas en pena, no se puede decir que la casa esté endemoniada. La vivienda es víctima del 'fenómeno poltergeist', es decir espíritus de niños inquietos que juegan todo el día en la casa y los destrozos forman parte de sus travesuras.