Internet ha supuesto una revolución en muchos sentidos. Uno de ellos, es en el acceso, difusión y producción de la información. Es fácil (y barato) acceder a una gran cantidad de información; es fácil y barato difundir cualquier información y, además, es fácil y barato producirla. Desde este punto de vista, hemos de ser cuidadosos con la información que recolectamos a través de la red, sobre todo cuando esta información puede tener repercusiones en nuestra vida, como por ejemplo cuando se trata de temas de salud.

Bien, como hemos dicho más arriba, en Internet cualquiera puede producir información.

No hay consejos editoriales que decidan publicar unas cosas y rechazar otras. Asimismo, subir información a la red es gratuito. Así que es muy fácil encontrarse con mucha desinformación. Esta es la razón principal para hacer una criba.

Cuando llegamos a un artículo publicado en Internet, sea en un blog o en otra página web, nos tenemos que fijar primero en si el autor firma el artículo. Asimismo, también es importante fijarse si en la página web en la que la información consultada cuenta con una sección llamada "Sobre nosotros", "Quiénes somos" o "Acerca de", en la que se informa sobre la web, los autores, su autoridad sobre la materia de la que hablan, etc.

En segundo lugar, la información es más fiable si se basa en fuentes y referencias.

Es posible que nos encontremos textos con información basada en la experiencia personal, pero esta fuente suele considerarse subjetiva.

En tercer lugar, aunque producir información en Internet es barato, hacerlo de forma constante y continua tiene un coste. Es conveniente saber cómo se financia el sitio web en el que encontramos la información.

Tal vez sea un periódico digital y se financie a través de sus anunciantes. Pero también podría pertenecer a una empresa privada que estuviera difundiendo una información a través de Internet porque es conveniente para sus propios intereses.

En definitiva, buscar información en la red es muy útil. Sin embargo, es conveniente mantener cierta cautela antes de dar por válida cualquier información que nos llegue.