Actualmente, el mercado farmacológico junto a la medicina ha posibilitado que muchos pacientes puedan tener una calidad de vida menos dolorosa que lo que era antes. Cuando el malestar se hace insoportable, los médicos especialistas pueden recetar analgésicos opioides que tienen la capacidad de calmar los estados de dolor extremo. Sin embargo, un relevamiento de datos reciente reveló que ha aumentado considerablemente la cantidad de medicamentos de este tipo prescriptos por profesionales, en muchos casos de forma innecesaria , con la consecuencia extrema de ser un causante de muerte por sobredosis.

¿Qué son los analgésicos opioides? Según J. Flórez, especialista en farmacología, este tipo de analgésicos, también llamados "narcóticos", "constituyen un grupo de fármacos (…) que causan analgesia de elevada intensidad", siendo la morfina uno de los que más fama ha adquirido en el último tiempo, sobre todo a partir de casos renombrados como el del empresario Ricardo Fort -fallecido el pasado 25 de noviembre -, a quien le administraron medicación para tratar insoportables dolores.

Los datos. Participaron del relevamiento de datos, distintos estados de EEUU. Según las estadísticas, actualmente se registran en ese país 46 muertes diarias producto de sobredosis de analgésicos opioides prescriptos, es decir recetados por un médico.

En el 2012, de acuerdo a las cifras de recetas relevadas (259 millones), se calculaba que podía haber un frasco de medicamento por adulto.

La situación actual. Si bien el estudio fue realizado en el país estadounidense, es llamativa y alarmante a la vez la facilidad con que una persona puede ser medicada con fármacos tan potentes.

Aquí no se habla de automedicación -otro de los graves problemas que tiene la industria del medicamento -sino del consumo de fármacos indicados por médicos. Según señalan los datos y estadísticas, una de las causas podría ser la falta de consenso entre profesionales acerca de en qué situaciones es recomendable la prescripción de fármacos contra el dolor.

Posibles soluciones. Ante el incremento del consumo, surgieron algunas propuestas para regular la prescripción de analgésicos narcóticos como el Vicodin. Entre ellas, se aconseja establecer bases de datos que funcionen como método de seguimiento y vigilancia por parte de los organismos de Salud competentes para determinar si hay indicación médica superior a los parámetros esperados, y en caso de detectarlos, poder realizar un análisis detenido y exhaustivo de la situación para poder actuar al respecto. La otra idea es determinar un marco legal que regule los llamados "tratamientos del dolor", llevados a cabo en clínicas especialistas. Para concluir, esto debe tomarse como un llamado a la ética profesional de quien tiene la facultad de recetar, a los organismos responsables de la salud pública, y también al sentido común de la población en general, que muchas veces considera la medicación como única salida posible.