Estados Unidos, Argentina y los fondos buitre componen un complicado triángulo amoroso. Estados Unidos es la Meca del capitalismo, de la desregulación de la economía, del liberalismo económico absoluto, etc. En suma, de lo que viven los fondos buitre que atacan a Argentina. Argentina ha llevado el asunto a las Naciones Unidas y esto no ha gustado mucho en la Casa Blanca. Argentina apuesta por una regulación internacional que ponga freno a los fondos buitre. El ministro de exteriores propuso una resolución en la ONU y esta fue aprobada con 33 votos a favor.

Hubo cinco en contra y entre ellos estaba el de Estados Unidos. Como hemos mencionado en el primer párrafo, Estados Unidos no está a favor de la regulación de los mercados, ni siquiera de los fondos buitre.

Según la secretaria de Estado Adjunta para Latinoamérica, Roberta Jacobson, el tema de los fondos buitre "no debería afectar a nuestras relaciones bilaterales". Sin embargo, resulta que Estados Unidos es el máximo defensor de los grandes capitales especuladores, o sea, de los fondos buitre que atosigan a Argentina en estos momentos. Así que tal vez Jacobson tenga razón, pero lo cierto es que afecta. Obviamente, Argentina debe defender sus intereses nacionales, pero, ¿qué defiende Estados Unidos?

¿Qué pinta Estados Unidos en todo esto?

Para Estados Unidos el llevar el asunto a la ONU ha supuesto un duro golpe. Su voto en contra de la propuesta de Argentina ha demostrado, una vez más, que está a favor de los grandes capitales, aunque eso suponga estar en contra de los pueblos del mundo. Si las relaciones entre Argentina y los Estados Unidos pasan ahora por un mal momento no es porque el gobierno argentino tenga algo en contra del estadounidense, sino más bien, porque el gobierno de los Estados Unidos trabaja al servicio de los grandes capitales financieros y estos son los fondos buitre contra a los que Argentina les está plantando cara.

El gobierno estadounidense está al servicio del capital, el argentino al servicio de su pueblo. Esta es una de las grandes batallas de naciones contra mercados financieros que cada vez se ha vuelto más común.