Las noticias no dejan de hablar del ébola, de cuantas personas hay con el virus, cuantas personas han muerto. ¿Pero realmente estamos todos en peligro de contraer este virus mortal? La pregunta del millón ¿cómo se contrae el ébola? Porque entre tanta información se nos pierde lo esencial ¿cómo nos cuidamos para no contraer la enfermedad?

Según el especialista en enfermedades infecciosas de la Escuela de Medicina de la Universidad de Vanderbilt en Tennesse no deberíamos preocuparnos mucho de contagiarnos de esta enfermedad, al menos en nuestra rutina diaria, ya que son contadas las ocasiones en las cuales cualquier persona puede estar expuesta al riesgo de contagio.

El contagio del ébola se produce por contacto directo con los fluidos corporales de la persona contaminada. Cuando se dice fluidos se refiere a la sangre, al vómito, la saliva o las heces. Y el virus debe entrar por contacto con la otra persona a través de zonas cortadas o por membranas mucosas como son los ojos , la nariz o la boca, y cabe aclarar que el sudor no es suficiente para el contagio.

El virus a pesar de ser mortal es muy poca cosa fuera del cuerpo, cuando llega a la superficie comienza a morir por ello son escasos minutos los de contagio. Claro que hay una excepción a la regla y en este caso es cuando se habla de sangre o secreción. Y por otra parte y no menos importante hay que tener en cuenta que el virus no se transmite hasta que aparecen los síntomas.

Por ello si nos referimos a los casos de los aviones, no tiene porque producirse ningún contagio dentro del avión ya que el ébola no se contagia como la gripe, por simple contacto o por respirar el mismo aire de la cabina.

Claro que en el caso de los aviones la CDC (Centros para el Control y Prevención de enfermedades de EEUU) les recomienda que saquen las alfombras o cubertores de los asientos que tengan sangre o fluidos, y que sean eliminados como si fueran material biológico peligroso, ya que las superficies mojadas son más favorables para preservar el virus.

Por ello la mayoría de personas contagiadas son sanitarios o cooperantes, porque son ellas las que atienden a los enfermos, el hecho de limpiarlos y el estar en contactos con ellos hace que tus riesgos sean elevados.