En Uruguay el carnaval no dura 3 o 4 días, ni una semana, son 40 días que comienzan con el desfile inaugural en la Avenida 18 de Julio, la principal de Montevideo, su capital, allí se presentan todos aquellos que formarán parte del concurso oficial de carnaval, aunque previo a ello y para "ir calentando motores" se elige a la reina, más el Rey Momo, las reinas infantiles, también, porque siempre hay que tirar de cantera o ir sentando bases para el futuro del evento más largo del mundo.

Uruguay entero se viste de gala para festejar el carnaval, y aunque lo más importante se celebre en la capital son varias las ciudades del interior que cada año toman más protagonismo en la fiesta, como lo es el caso de la ciudad de Durazno, donde se lleva a cabo las "Llamadas del Interior", que reúne a miles y miles de personas y donde se celebra otra gran fiesta del tamboril.

La nota de que es la mayor fiesta del país la podemos ver reflejada en una iniciativa del Ministerio del Interior que ha permitido que los presos hayan confeccionado al menos tres de los carros alegóricos que luego participan en los desfiles. Montevideo entero es carnaval, no existe un solo barrio donde no haya un tablado y varias de sus avenidas a lo largo de esos días son testigos de un espectáculo multicolor, lleno de alegría, ritmo, picaresca y por supuesto el tronar de los tamboriles, al ritmo cadencioso de las caderas mulatas y no tanto que danzan el candombe, algo típico y único, que es señal de identidad de los uruguayos.

En el teatro de verano de Montevideo se lleva a cabo la competición oficial de las agrupaciones carnavaleras, repartidas en varias disciplinas, murga, revista, agrupaciones de negros y lubolos, parodistas, revistas, humoristas llenan de luz, color ingenio, desparpajo y creatividad las noches de la capital.

Uno de los puntos más altos de la fiesta carnavalera se lleva a cabo en la mayor fiesta del carnaval, allí donde el tronar de tamboriles no deja indiferente a nadie, donde se dan cita todas las agrupaciones de negros y lubolos, su nombre es Las Llamadas, todas las agrupaciones dan allí todo lo que tienen de sí mismos, todo su potencial y más.

Durante los últimos años los ritmos de las cuerdas de tamboriles han incorporado "cortes" en su tronar, algo que eleva la temperatura del evento y, de hecho, uno de los momentos más esperados por los espectadores; todo se realza, todas las agrupaciones ponen allí la carne al asador y lucen lo mejor de sí, desde su cuerpo de baile, su coreografía y su cuerda de tambores, danzan al ritmo del tambor y los cortes vienen acompañados de previos sonoros golpes de mano por parte de la gente.

Vibra toda Isla de Flores, la calle por donde transitan las agrupaciones, la gente delira ante tanto derroche de energía, de alegría, de creatividad, de entrega, en sí, público y agrupaciones se transforman en uno solo y sólo yendo allí, sólo viviendo en persona tamaño espectáculo podrán comprender una de las razones de porqué el pueblo uruguayo festeja por tanto espacio de tiempo el carnaval.

Y repito que vale la pena verlo en persona para poder como mínimo captar esa vivencia única en el mundo entero, es que Uruguay será pequeño, pero gigante con su gente.