A los 70 años y víctima de una cirrosis que le devoraba desde hacía un tiempo, ha muerto el legendario saxofonista Bobby Keys. Bobby Keys, colaboró con algunas de las bandas más importantes del rock de todos los tiempos aunque se le conoce fundamentalmente por su paso por los Rolling Stones a los que ayudó a fijar su característico estilo.

Keys y los Stones se conocieron en San Antonio, Texas, a mediados de los sesenta. La banda británica estaba interpretando una "Not fade away", uno de los temas del gran Buddy Holly que había muerto en accidente de avión en 1959, junto a Ritchie Valens en "el día que murió la Música".

Keys se acercaba a los Stones para reconvenirles que tocasen la canción cuando se dio cuenta de que realmente tenía frente a sí a una auténtica banda de rock and roll.

Así se conocieron y dio la casualidad de que había nacido el mismo día y el mismo año que el guitarrista Keith Richards. A partir de entonces ambos iniciaron una amistad que ha perdurado casi 50 años. De hecho, la muerte de Keys ha dejado devastado al colíder de los Rolling quien hizo una pública en la que manifestaba su enorme tristeza. La banda también publicó una nota en la que se mostraba "devastada" por la pérdida del saxofonista que llevaba ya una larga temporada entrando y saliendo de hospitales.

Keys y Richards compartieron algo más que la fecha de nacimiento y eran conocidas sus insuperables juergas y excesos que terminaron con la expulsión del primero de los Rolling Stones entre mediados de los 70 y principios de los 80.

El grado de adicción al alcohol y a la heroína del músico era tal que no pudo acudir, dado su estado, a algunos de los conciertos que estaban fijados, lo que motivó que terminase dejando el grupo. Algunas de estas juergas han tenido carácter legendario como la que se cuenta de la bañera repleta de champán.

Keys únicamente grabó un disco en solitario, un tanto anecdótico en su carrera en que acompañó a los grandes figuras y a las grandes bandas de rock. Nombres como Lynyrd Skynyrd, John Lennon y George Harrison, Joe Cocker o Eric Clapton contaron con el inimitable sonido de Bobby Keys que ha enmudecido para siempre.