La historia literaria de Paul Auster, nacido en Nueva Yersey en 1954, es bastante anárquica y desconcertante puesto que Auster nunca había "soñado" con ser escritor ni mucho menos con convertirse en un personaje famoso escribiendo ficciones, de modo que luego de una larga serie de novelas (Trilogía de Nueva York, El Palacio de la luna, El país de las últimas cosas, El libro de las ilusiones, La Música del azar, La invención de la soledad, entre otras), todas más que recomendables, donde alcanzó éxito y renombre mundial, ahora, a los 65 años, se ha puesto a escribir acerca del "oficio de escritor".

En Diario de Invierno, su trabajo anterior a éste, donde Paul Auster ya indagaba sobre cuestiones personales para descubrir los porqués del escritor, ya los lectores nos encontramos con un Auster que se tomaba, y se narraba, a sí mismo como personaje. Esto, por sí solo, ya constituye una peculiar manera de ver las cosas, de tomarse el oficio tan en serio hasta el punto de admitir que hasta la propia identidad del escritor puede ser también una ficción, o si quiere un material para ella.

En Diario de Invierno Auster confesaba que estaba entrando en la tercera edad. Daba testimonio vital y literario, como una fe de vida, acerca de cómo su vida había cambiado, para lo malo y para lo bueno, gracias a la literatura.

En Informe del interior directamente se larga a reconstruir su infancia y adolescencia, tratando de recuperar gustos y sabores, rasgos, rastros de todo aquello que luego lo convertirían en el gran escritor que ahora es.

Su último libro es algo así como una especie de "diálogo con uno mismo" y está narrado de una particular manera; como en aquellos excelsos versos del célebre poeta Walt Withman, Auster parece "cantarse a sí mismo" para escucharse y descubrirse, a nivel personal y profesional, en lo que a su oficio de escritor se refiere, aunque al acabar el libro nos damos cuenta que en su vida todo fue parte de una misma cosa.

También hay que decir que además de los gustos personales de Auster y de sus influencias, por las páginas de Diario del interior pasa una buena parte de la historia de los Estados Unidos de Norteamérica, o mejor dicho de la cultura americana. Sobre todo el cine, las películas mudas de Buster keaton, los relatos fantásticos de Orson Welles , que Auster escuchó por la radio, y también la "guerra fría", la guerra de Vietnam, el Macartismo, y otros acontecimientos sociales y políticos americanos que marcaron en Auster varias directrices para darle contenido a futuros temas y argumentos de sus novelas más exitosas.

Para dar un ejemplo, la importancia del cine mudo en todo el argumento del "Libro de las ilusiones". En la segunda parte del libro Auster cuenta acerca de su experiencia como estudiante de Letras en la Universidad de Columbia, su estancia en París y otros derroteros que a simple vista parecen ordinarios, pero que para los lectores más devotos de Auster tienen mucho significado puesto que por estos escenarios, luego deambulan los personajes de sus novelas.

Hasta ahora, o hasta donde yo sé, todavía no se han publicado biografías sobre la vida del genial novelista neoyorkino, pero con estos dos Libros que hemos mencionado, uno complementario del otro, además de muchos guiños sobre su persona en los excelentes libros que ha escrito, ya buena parte de la vida privada de Paul Auster se encuentra en manos de sus lectores.