Tras agotar toda la filmografía de Darín, me preguntaba para cuándo un nuevo trabajo del hombre de los ojos perfectos y, no solo, no se ha hecho esperar, sino que, además, resulta ser candidata a los Oscars. Relatos Salvajes, protagonizada por Ricardo Darín, Oscar Martínez, Leonardo Sbaraglia, Érica Rivas, Rita Cortese, Julieta Zylberberg y Darío Grandinetti, resultó ser el film más visto en Argentina durante el pasado mes de octubre, con una venta de más de 3 millones de localidades.

El éxito de esta película, magníficamente escrita y dirigida por Damián Szifron, de cuya producción y coproducción se encargaron Hugo Sigman y los hermanos Almodóvar, se debe, sin duda, al reflejo exacto de la sociedad actual, donde los límites no existen.

Donde los "malos" se asemejan a los más perversos personajes de los cuentos para niños. Encuentro en esto, uno de los mayores atractivos de este film, amén de los ojos de Darín.

Nos muestra seis historias donde resalta la violencia en sus más variadas formas. Desde la expresión más manifiesta hasta las más oscuras y recónditas emociones que se esconden dentro del ser humano. Pone en tela de juicio qué tipo de violencia resulta más grave. ¿Aquella que derrama sangre, o la pérdida de dignidad y la humillación causada por los estamentos gobernantes, carentes de empatía y ante los que nos encontramos completamente impotentes e indefensos?

Los principales personajes son individuos normales que se mueven a través de la cotidianeidad, con los que resulta fácil identificarse y cuyos actos se rigen por la ley de causa y efecto.

La violencia, forma parte de la emoción humana, pero ¿qué llega a hacer que estalle? Tal vez sea la pérdida de valores sociales la que nos haga perder los estribos. 

Vivir es fácil con los ojos cerrados, de David Trueba, una magnífica película española, que optaba a la estatuilla, ha sido eliminada de la lista de tan importante galardón.

Sin embargo sigue compitiendo por el Oscar, el film venezolano, con coproducción española, Libertador, de Alberto Arvelo. Ante Darín, me resulta difícil ser imparcial. Si yo formara parte del jurado, no tendría duda. Pero en base a mis principios, deseo que gane el mejor.