Kim Cooper investigaba en la Biblioteca delCongreso de los Estados Unidos a la búsqueda de material del músico deprincipios del siglo XX  Julian Pascal. Se trata de un músico semidesconocidoque apenas ha dejado trabajos importantes mas en esta exploración Pero Cooper seencontró con un libreto de una opereta firmado por alguien que jamás hubieseimaginado. Se trataba del escritor de novela negra, maestro del género, RaymondChandler.

Chandler y Pascal firmaban la letra y la Músicade una opereta cómica, llamada “The princess and the Pedlar” en la que, con untono ligero y desenfadado, se narraba el romance de una heredera al trono deArcadia con un simpático vendedor ambulante.

El tono nada tiene que ver conel que luego haría mundialmente conocido a Chandler y es, en realidad, similaral de otras operetas del género, como las que firmaban en la época Gilbert ySullivan.

Los biógrafos de Raymond Chandler hanencontrado un dato completamente desconocido en su biografía, pues se pensabaque era un escritor tardío. De hecho, su primera novela no apareció hasta 1939,cuando el escritor contaba ya con 53 años. Chandler había perdido su empleo en1931, expulsado tras la gran crisis que azotó a Estados Unidos y al mundo en1929, por causa de sus abusos con el alcohol, su absentismo laboral y susromances con compañeras de trabajo. Sin embargo, ahora sabemos que ya en 1917,fecha que figura en el libreto, Chandler estaba interesado por laliteratura.

Nada más encontrarse el libreto de 48 páginasCooper intentó ponerse en contacto con los poseedores de los derechos de laobra de Chandler para tratar de representarlo. Aunque nada tiene que ver con lasnovelas negras que forman la obra del escritor, Cooper pensó que el públicodisfrutaría con esta otra faceta. Ya tenía productores y directores musicales, sin embargo, los herederos y albaceas de la obra de Chandler se hannegado a dar el permiso, argumentando que se trata de una obra menor de susprimeros años y que en modo alguno aporta un valor positivo al resto de suobra, con la que, además, nada tiene que ver.